El monarca británico, Carlos III, de 75 años, continúa enfrentando su batalla contra el cáncer, manteniendo en vilo a la familia real y a sus súbditos. Desde que Buckingham Palace confirmó su diagnóstico en febrero, la atención pública hacia su salud ha sido constante. Recientemente, la periodista especializada en temas de la realeza, Concha Calleja, compartió que el rey todavía no ha superado el tratamiento y que regresa extenuado a casa tras sus compromisos oficiales, llegando a desplomarse en el sofá.
A pesar de estas noticias preocupantes, fuentes cercanas al monarca han tratado de tranquilizar a todos, revelando que la salud del rey sigue siendo la prioridad principal. Según una fuente de la Casa Real, Carlos III está en una “trayectoria muy positiva”. Durante el verano, el monarca se tomó un tiempo para descansar en Balmoral, alejándose temporalmente de sus responsabilidades institucionales, lo que ha sido considerado un respiro necesario para su recuperación.
En este contexto, la reina consorte, Camilla, ha ofrecido un mensaje optimista sobre la salud de su esposo. Durante una reciente visita al Centro Oncológico Dyson, aseguró que el rey “está muy bien”, resaltando la esperanza en torno a su estado de salud.
A pesar de su delicada situación, Carlos III ha intentado mantenerse activo y cumplir con algunos de sus compromisos. Después de dos meses de ausencia, en abril hizo su primera aparición pública, evidenciando su determinación por continuar con sus responsabilidades, aunque de forma limitada.
La Casa Real mantiene un enfoque cauteloso. Si bien las señales son alentadoras, la salud del monarca prevalece como su prioridad más importante. Durante la visita de la reina Camilla al centro oncológico, mostró un toque de humor al responder a un paciente que se sentía cansado, comentando: “Bueno, es algo que los hombres no suelen admitir”, una broma que ilustra la resiliencia con la que afrontan la situación.
