La polémica ha estallado en Quintanar de la Orden, Toledo, después de que el Ayuntamiento decidiera retirar el espectáculo teatral «Qué difícil es» de la programación prevista para el 27 de enero en la Red de Teatros de Castilla-La Mancha. Las compañías teatrales Los 90 Producen y La Mandanga Producciones, responsables del montaje, han expresado su indignación en redes sociales, acusando al gobierno local de censura.
Según la concejal de Cultura, María del Carmen Vallejo, la decisión se basa en que la representación incluye escenas en las que los actores aparecen en ropa interior, lo cual, a juicio del Ayuntamiento, «podría escandalizar al público». Sin embargo, las productoras argumentan que la naturaleza del espectáculo, que se desarrolla en el entorno de un camerino durante el cambio de vestuario de los personajes, justifica la aparición de los actores en esa vestimenta.
Además, señalan que el argumento de la obra se enfoca en temas sociales relevantes como el acoso escolar, el suicidio y la diversidad sexual, y que durante sus más de 3000 espectadores hasta la fecha, incluyendo audiencias escolares, no han recibido quejas ni han sido conscientes de causar escándalo.
Las compañías denunciantes han calificado la decisión del Ayuntamiento como un acto de censura que perjudica la libertad de expresión y va en contra de la cultura. Alegan que la situación perjudica a los vecinos de Quintanar de la Orden, ya que los fondos destinados a la función provienen de una subvención pública asignada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y no podrán utilizarse para otro evento.
Por su parte, las compañías finalizan su denuncia lamentando la excusa presentada para justificar la cancelación, defendiendo que en la sociedad actual, ver a una persona en ropa interior o bañador no constituye un escándalo y que tales prácticas son un intento de limitar la expresión artística y cultural.
Esta situación ha generado un intenso debate en las redes sociales y en la comunidad artística. La libertad de expresión y los límites de lo permitido en la cultura están en el centro de la discusión, y la decisión del Ayuntamiento ha sido cuestionada por sectores que consideran que se está coartando la libertad creativa de los artistas.
La polémica continúa y las compañías teatrales han anunciado que tomarán acciones legales ante lo que consideran un acto de censura por parte del gobierno local. La comunidad artística y cultural de Castilla-La Mancha está atenta a los desarrollos de esta situación, que podría sentar un precedente en cuanto a la relación entre la libertad de expresión y las decisiones de las entidades públicas.
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