La situación climática en España se vuelve crítica con la llegada de tormentas severas en varias comunidades autónomas. Este miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido alertas que van desde el nivel amarillo hasta el naranja, especialmente en Castilla y León, donde se prevén precipitaciones que podrían incluir granizo de gran tamaño y vientos destructivos. Según el organismo, «las tormentas serán muy fuertes, con riesgo importante en el norte peninsular».
El noroeste de España se encuentra en el punto crítico, con provincias como Burgos, León y Valladolid a la espera de acumulaciones de hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora. Esto incrementa el riesgo de inundaciones en áreas urbanas. Galicia, Asturias y Cantabria también están bajo alerta por lluvias que podrían superar los 25 litros por metro cuadrado, además de posibles granizos y vientos huracanados. En Madrid, Guadalajara y Toledo, las tormentas súbitas y los vientos arremolinados complican aún más la movilidad.
El peligro no se limita al norte del país; en Extremadura, el norte de Cáceres está bajo vigilancia, mientras que localidades en Andalucía, como Sevilla, Córdoba y Málaga, así como Ceuta, se suman a la lista de zonas afectadas. Las autoridades hacen un llamado a evitar actividades al aire libre y a extremar precauciones ante la posibilidad de cortes eléctricos y caídas de árboles.
En contraste, algunas regiones sufren el embate de un calor extremo. Aragón, especialmente Zaragoza, experimentará temperaturas que alcanzarán los 36 grados, mientras que en Cataluña se prevén entre 34 y 37 °C en localidades como Girona y Lleida. La AEMET advierte que la combinación de altas temperaturas y humedad puede intensificar las tormentas en regiones cercanas. El litoral vasco también se verá afectado, con termómetros superando los 34 grados y un ambiente bochornoso que aumenta la inestabilidad climática.
Ante este panorama, algunas ciudades españolas están explorando soluciones innovadoras para mitigar el calor urbano. Una de ellas implementará un nuevo pavimento refrigerante para reducir el efecto de «isla de calor» en sus calles, una medida pionera que busca combatir los récords térmicos cada vez más frecuentes.
La predicción para las próximas semanas no es alentadora. La AEMET anticipa que gran parte del país enfrentará más calor del normal, intercalado con episodios de lluvias torrenciales. Este escenario refleja la creciente volatilidad del clima en España, que presenta cada vez más desafíos para sus ciudadanos.
