La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha lanzado sus primeras proyecciones para la Semana Santa de 2025, que se celebrará del 13 al 20 de abril. Las condiciones meteorológicas durante esta festividad siguen siendo un misterio, aunque la AEMET no descarta una posible disminución de las lluvias a medida que se acerquen las fechas señaladas.
Juan de Dios del Pino, delegado territorial de AEMET, se mostró cauteloso al referirse a las previsiones a medio plazo y con un toque de ironía enfatizó que, «de la Semana Santa sabemos que el Viernes Santo cae en viernes,» para hacer hincapié en la naturaleza impredecible del clima. Pese a las constantes precipitaciones que han marcado el mes de marzo en Andalucía, se sugiere que las dinámicas actuales de lluvias podrían aminorar justo antes del inicio de las procesiones, aunque este pronóstico dependerá de la evolución de los sistemas frontales.
En relación a la primavera que se avecina, las proyecciones indican un aumento de temperaturas por encima de lo habitual. Del Pino mencionó que hay un 60% de probabilidad de que los termómetros superen la media, un 30% de que se mantengan en valores normales y solo un 10% de que vayan a la baja. Sin embargo, la continuada presencia de borrascas podría provocar un nivel de humedad inusualmente alto en comparación con otros años.
A pesar de la inquietud que generan las lluvias en el contexto de las festividades, el delegado territorial recordó que es poco habitual que toda la Semana Santa se desarrolle bajo la lluvia, al tiempo que subrayó que tampoco es común que el tiempo sea completamente seco. «Lo habitual es que llueva uno o dos días, no todos ni ninguno,» explicó.
La situación actual de lluvias en algunas localidades de Andalucía ha sido notable. Jerez de la Frontera ha acumulado 279,1 litros por metro cuadrado en solo 16 días, superando los registros de marzo de 2018, uno de los meses más lluviosos de años recientes. Para Del Pino, esta tendencia indica que la primavera está compensando la falta de precipitaciones del invierno. En Grazalema, la situación es aún más extraordinaria, con más de 500 litros por metro cuadrado, lo que sugiere que marzo podría cerrar con cifras históricas en la provincia.
