Joan Camprubí, hermano de Mercè Camprubí, quien falleció trágicamente el pasado jueves en un accidente de helicóptero en el río Hudson, ha expresado su gratitud por las numerosas muestras de cariño y apoyo institucional que ha recibido la familia desde el momento de la tragedia. Mercè viajaba junto a su esposo, Agustín Escobar, originario de Puertollano, y sus tres hijos.
En una rueda de prensa celebrada junto al alcalde de Nueva York, Eric Adams, Joan compartió sus reflexiones sobre la pérdida. Afirmó que «se fueron juntos, sin sufrir y se fueron con una sonrisa». Él y su familia están trabajando para asimilar la situación y recordar el carácter alegre de sus seres queridos.
Además, el portavoz familiar comunicó su deseo de trasladar los restos mortales de Mercè y Agustín «a casa» para que «puedan descansar en paz». Agradeció también el apoyo recibido de diversas comunidades, que incluyen España, Cataluña, Estados Unidos, Nueva York y Nueva Jersey, así como a Siemens, la empresa donde trabajaban ambos fallecidos.
Joan comprometió un emotivo mensaje de mantener viva la memoria de sus seres queridos: «Siempre estaremos con vosotros y con vuestros corazones. Nunca os olvidaremos y vamos a mantener vuestra sonrisa viva cada día en nuestras vidas. Y eso creo que es el mejor legado que os podemos dar».
Previo a esta declaración, la familia había solicitado respeto por su privacidad en este momento de profundo dolor, especialmente teniendo en cuenta la implicación de tres menores en la situación. En un comunicado, expresaron su intenso agradecimiento por las masivas muestras de condolencia y apoyo recibidas, señalando que «no hay palabras para describir lo que estamos viviendo, ni para agradecer el cariño recibido». Reconocieron que estos son «momentos muy difíciles» pero subrayaron que «el optimismo y la alegría siempre han caracterizado a nuestra familia».
El accidente ocurrió alrededor de las 15:00 horas del pasado jueves, cuando el Departamento de Bomberos de Nueva York recibió un aviso. Según informes, el helicóptero, un modelo Bell 206, voló durante aproximadamente 16 minutos, incluyendo un sobrevuelo de la Estatua de la Libertad antes de caer al agua, mientras se dirigía hacia el puente George Washington.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
