Alamillo se encuentra inmerso en la preparación de sus fiestas patronales, un evento que congrega a los vecinos y vecinas del municipio en una hermosa tradición de decorado con piezas de ganchillo tejidas a mano. Este arte, que se ha consolidado en los últimos años, no solo embellece las calles, sino que también fomenta el sentido de comunidad y pertenencia entre sus habitantes.
El alcalde de Alamillo, Ángel Alcalde Morcillo, ha resaltado la energía especial que se siente en el pueblo durante esta época. “Cuando se acerca el tiempo de fiestas, el alma del pueblo despierta con una fuerza serena y compartida”, ha comentado. El alcalde ha expresado su admiración por el trabajo de las mujeres del municipio, quienes, con manos llenas de color y generosidad, continúan una tradición de sabiduría y creatividad.
Este esfuerzo colectivo va más allá de un simple embellecimiento, ya que ha involucrado a hombres, niños y al propio equipo de gobierno del Ayuntamiento. “Lo que sucede en Alamillo en estas fechas es una auténtica coreografía de hilos, sonrisas y cooperación”, ha destacado Morcillo.
Durante las semanas previas a las fiestas, muchos hogares se han convertido en talleres de creatividad donde las vecinas y vecinos han tejido rosetones de colores vivos. Estas obras se están instalando en las calles, transformando el paisaje habitual en un espacio festivo que refleja la identidad local. La iniciativa, apoyada por el Ayuntamiento, no solo busca revitalizar el entorno urbano, sino también fortalecer los lazos comunitarios y poner en valor las tradiciones.
Con las calles comenzando a lucir sus adornos, el alcalde señala que esta decoración es única y simboliza el espíritu colectivo que caracteriza a Alamillo. “No se trata solo de engalanar las calles, sino de entrelazar vidas y recordar que lo más bello nace siempre de lo sencillo, del trabajo hecho con amor”, ha reflexionado.
Ángel Alcalde ha expresado su agradecimiento a todos quienes están participando en este esfuerzo, concluyendo que en Alamillo, “cada fiesta empieza mucho antes del primer cohete: comienza en el corazón de su gente”.