El equipo de baloncesto albaceteño está viviendo una temporada extraordinaria gracias a la dirección de su entrenador, Alberto Sanz. Desde octubre, han conseguido destacados logros, entre los cuales se encuentra la reciente conquista de la Copa RibéSalat, un título inédito en la historia del club. Este triunfo se logró tras una convincente victoria contra el formidable CB Al-Qazeres. Además, desde mediados de diciembre, el equipo ha acumulado cinco victorias en seis partidos, lo que pinta un inicio de 2025 optimista y prometedor.
La celebración de este nuevo título, que se suma al Trofeo JCCM ganado en octubre, pone de manifiesto la notable evolución del equipo. Con una plantilla ampliada y la incorporación de nuevas jugadoras, Sanz ha logrado coordinar cada esfuerzo para maximizar el potencial individual y colectivo. En una reciente conversación, el entrenador reflexionó sobre las dificultades superadas, recordando que en ocasiones anteriores, el equipo no había podido consumar su éxito en finales pasadas. Sin embargo, la conquista de la copa, sustentada en un esfuerzo visible, subraya la calidad del rendimiento del equipo durante la gran final.
Sanz matiza que el secreto de su éxito no radica en una «fórmula mágica», sino en el trabajo constante y la confianza en sus jugadoras. La química que ha ido desarrollándose en el grupo, resultado de años de evolución y esfuerzo conjunto, ha permitido alcanzar un nivel de competitividad que ha sorprendido a muchos. La victoria ante Al-Qazeres es prueba del compromiso y camaradería que caracteriza a su plantilla, donde cada integrante aporta su valía.
Con la Copa en su poder, el enfoque de Sanz se centra ahora en el mayor reto que representa la competición de liga. Aunque el equipo ha demostrado su valía al enfrentarse a rivales de la envergadura del CB Al-Qazeres, el entrenador es consciente de la exigencia que cada partido implica. La fortaleza del equipo cacereño, con un talento tanto individual como colectivo sobresaliente, obliga al conjunto albaceteño a mantener una perspectiva realista. Para la fase final de la liga, será crucial estar en su mejor rendimiento y tener un poco de suerte para alcanzar el éxito.
En este emocionante capítulo de la temporada, la combinación de ilusión y esfuerzo se hace palpable. Alberto Sanz y su equipo están decididos a continuar en esta trayectoria ascendente, celebrando cada victoria y aprendiendo de cada reto. Con un inicio del año brillante, los albaceteños no solo se han consolidado como un serio contendiente, sino que también se atreven a soñar en grande, listos para seguir sorprendiendo en el mundo del baloncesto.
Fuente: Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha