El pasado 15 de marzo, Alcolea de Calatrava se convirtió en el escenario principal de una celebración deportiva única, gracias a la organización de la primera jornada del Grupo Zona Centro por parte de la Excma. Diputación de Ciudad Real. Este evento multideportivo reunió a 70 entusiastas deportistas que, animados por la pasión y el deseo de competir, dieron inicio a una serie de actividades que prometían ser memorables.
La jornada comenzó con un formato dinámico de balonmano 4×4, en el que se formaron dos grupos competitivos, brindando a los participantes la oportunidad de demostrar su habilidad y trabajo en equipo. La organización del torneo resultó ser impecable, permitiendo que cada equipo se enfrentara de manera justa y emocionante.
Después del balonmano, el evento continuó con la competición de fútbol sala, donde equipos locales como Alcolea, Fernán Caballero y Pozuelo destacaron por su rendimiento sobresaliente, logrando las puntuaciones más elevadas de la jornada. La participación activa y la alta competencia en este formato reflejaron el esfuerzo y la dedicación invertida por cada uno de los jugadores.
Más allá de los triunfos individuales y colectivos, el verdadero legado de esta concentración fue el espíritu de camaradería y deportividad que permeó todo el evento. Los monitores, jugadores y familiares compartieron momentos entrañables, resaltando el valor de la unión y el respeto mutuo en el deporte. Alcolea de Calatrava, además de ser el anfitrión, mostró una increíble calidez humana, ofreciendo no solo sus instalaciones, sino también un ambiente acogedor que hizo sentir a todos los participantes como en casa.
La Diputación de Ciudad Real también mereció reconocimiento por su generoso apoyo al facilitar material deportivo esencial para los equipos, contribuyendo así al desarrollo deportivo en los municipios participantes. La entrega de aperitivos y la hospitalidad eran prueba del verdadero espíritu del deporte, un momento en el que lo fundamental no solo fueron los resultados, sino las conexiones humanas que se forjaron en el campo.
Este evento se destaca como un ejemplo de cómo la práctica deportiva puede unir a comunidades y celebrar los valores más importantes del deporte: la amistad, el respeto y la superación personal. Alcolea de Calatrava dejó una huella imborrable en los corazones de todos los involucrados, recordándonos que, al final del día, lo que realmente importa es el viaje compartido.
