El sistema eléctrico europeo está experimentando una transformación sin precedentes, influida por tendencias como la descarbonización, electrificación y autoconsumo. Este proceso refleja un cambio esencial hacia fuentes más sostenibles, mientras que las redes deben integrarse con energías renovables.
Desde finales del siglo XX, el modelo de suministro eléctrico ha evolucionado de un sistema centralizado y monopolizado a uno más liberalizado y competitivo. La legislación europea impulsó esta transición, promoviendo la creación de un mercado fragmentado en el que operadores como los TSO y las comercializadoras desempeñan roles específicos.
Con la creación de mercados mayoristas como el OMIE en la península ibérica, el precio de la electricidad se basa ahora en la oferta y la demanda. Esta evolución ha permitido a los consumidores elegir su proveedor y a los generadores competir de manera equitativa. Además, la interconexión entre países ha aumentado la eficacia del mercado común europeo.
El auge de las energías renovables, en particular la solar y la eólica, ha sido significativo, favorecido por incentivos que han facilitado su entrada en el mercado sin necesidad de subsidios. Sin embargo, su integración plantea retos técnicos, lo que ha impulsado nuevos modelos de negocio como el autoconsumo y las comunidades energéticas, apoyados por contratos de largo plazo.
Europa avanza hacia la neutralidad de carbono para 2050, con el sistema eléctrico como eje central. La electrificación de sectores como el transporte y la industria resulta crucial, junto al desarrollo de almacenamiento energético mediante baterías, para estabilizar sistemas basados en renovables.
A medida que el sector se transforma, la previsión de mercados de energía se convierte en una herramienta esencial para la toma de decisiones y gestión de riesgos. Este artículo forma parte de una serie que explorará los hitos del sistema eléctrico y sus futuras perspectivas, ofreciendo un análisis claro y actualizado.
AleaSoft Energy Forecasting y AleaGreen aportan previsiones a largo plazo vitales para financiar proyectos renovables y estrategias de cobertura, mientras que AleaStorage se centra en evaluar la viabilidad y optimizar proyectos de almacenamiento, adaptándose a las diversas necesidades del sector.
