La alimentación y su relación con la calidad del sueño han captado la atención de expertos de Cigna Healthcare, quienes destacan la importancia de ciertos nutrientes para mejorar el descanso. En particular, el triptófano, la vitamina B6, el magnesio y los ácidos grasos omega-3 juegan un papel fundamental en la producción de neurotransmisores y hormonas que facilitan la relajación.
El equilibrio hormonal y la actividad del sistema nervioso, ambos esenciales para el sueño, están íntimamente ligados a la dieta. No obstante, un 55% de los españoles aún enfrenta perturbaciones nocturnas frecuentes, elevando el riesgo de trastornos del sueño como el insomnio. Se estima que un 10% de la población sufre de insomnio crónico, un problema que va más allá de la falta de descanso y puede desencadenar enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y alteraciones emocionales.
Un elemento central en este proceso es la serotonina, una sustancia crucial para el estado de ánimo y precursora de la melatonina, responsable de regular el ritmo circadiano. Para una eficaz producción de estas sustancias, es necesario incluir en la dieta nutrientes esenciales como el triptófano, el magnesio, la vitamina B6 y los ácidos grasos omega-3.
La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, advierte que la calidad del sueño también puede ser afectada por factores externos como la contaminación lumínica, el ruido y la temperatura. Además, subraya la relevancia de la calidad de los alimentos y el momento de su ingesta.
La crononutrición, que analiza la influencia del horario de las comidas en la salud y el sueño, ha demostrado que una planificación adecuada de la dieta puede mejorar significativamente el descanso. Silva sugiere evitar las cenas copiosas antes de dormir y optar por una dieta rica en proteínas, alimentos de bajo índice glucémico y frutas antioxidantes.
Incorporar estos nutrientes en la alimentación diaria es vital para un descanso efectivo. Alimentos como carnes magras, lácteos, legumbres, frutas y pescados son ricos en estos nutrientes y ayudan a promover un patrón de sueño saludable y un bienestar general.
