San Mamés se prepara para otra tarde de fútbol con aroma a rito colectivo. El césped de La Catedral será testigo, este 13 de septiembre a las 18:30, de un nuevo capítulo en la eterna saga del fútbol vasco: Athletic Club contra Deportivo Alavés. La cita llega con tintes de antítesis casi poética: los rojiblancos cabalgan invictos en la cima de la tabla, mientras que los vitorianos aún buscan el punto de equilibrio, atrapados entre destellos de esperanza y tropiezos tempranos.
La baja de Nico Williams, lesionado en plena euforia internacional, obliga a Ernesto Valverde a reescribir su partitura. Paradójicamente, la ausencia de su jugador más desequilibrante no se percibe como una condena, sino como un examen de madurez para el resto del equipo. Si el Athletic quiere ser más que la suma de sus individualidades, esta es la ocasión perfecta para demostrarlo. La alineación proyectada respira continuidad, con Álex Berenguer ocupando el flanco izquierdo, mientras que Sancet o Guruzeta parecen llamados a dar el zarpazo ofensivo.
Al otro lado, Eduardo Coudet enfrenta el derbi con un maletín lleno de diagnósticos médicos, con la recuperación de Lucas Boyé como un rayo de esperanza. Aunque las dudas sobre su once son palpables, el Alavés llega a Bilbao con el propósito humilde pero ambicioso de resistir ante el huracán rojiblanco. Con la mirada fija en no perder el alma del equipo, los vitorianos esperan sacar un resultado positivo en un terreno tradicionalmente hostil.