Durante el acto conmemorativo por los 50 años del fin de la dictadura franquista, celebrado en el Museo Reina Sofía, se vivieron momentos de gran tensión tras un altercado protagonizado por la periodista Ana Pardo de Vera y Bertrand Ndongo, un conocido agitador de la extrema derecha. Pardo de Vera, directora corporativa de Público, denunció haber sido insultada e intimidada físicamente por Ndongo.
Según el relato de la periodista, el episodio comenzó cuando se encontraba conversando con compañeros de trabajo y el secretario general de CCOO, Unai Sordo. En ese momento, Ndongo se acercó al grupo de manera provocadora, grabando e increpando a los presentes. “Ndongo empezó a grabar los saludos y a insultarnos, invadiendo nuestro espacio con un micrófono y una cámara”, relató Pardo de Vera.
El conflicto se intensificó cuando la periodista le solicitó que se marchara. En respuesta, Ndongo lanzó un insulto machista: “¿A quién vas a chupársela, como siempre?”. Ante este ataque verbal, Pardo de Vera le quitó el micrófono y lo arrojó hacia la salida. No obstante, Ndongo continuó persiguiéndola, lo que llevó a la intervención de otros compañeros y del personal de seguridad, quienes evitaron un posible enfrentamiento físico. “Se me echó encima. Nunca vi tanto odio en una mirada. Si no llegan a intervenir, creo que me habría golpeado”, expresó la periodista.
En medio de la confrontación, Ana Pardo de Vera también emitió un comentario crítico hacia Ndongo, señalando la contradicción de su postura política: “Hay que ser tonto para ser negro y fascista”. Este comentario, según la periodista, intensificó la furia de Ndongo, quien mostró una marcada agresividad.
El incidente ha provocado un fuerte rechazo entre los asistentes al acto, quienes lamentan que una celebración conmemorativa se viera interrumpida por este enfrentamiento violento. Pardo de Vera enfatizó que lo ocurrido es un claro reflejo de la polarización y agresividad que se presenta en algunos sectores de la sociedad y de la política. Por su parte, Bertrand Ndongo no ha hecho declaraciones sobre el altercado, aunque su historial de provocaciones en tales eventos es bien conocido.
Este episodio en el Museo Reina Sofía resalta la importancia de fomentar el respeto y la tolerancia en los debates públicos, especialmente en un marco tan simbólico como el de la conmemoración del fin de la dictadura franquista.