Piedrabuena se prepara para celebrar su emblemática fiesta de Cruces y Mayos con el respaldo del Gobierno de Castilla-La Mancha, que busca la declaración de Interés Turístico Nacional para este evento. El vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, participó en la apertura de esta edición, visitando las cruces y disfrutando de los mayos interpretados por los diferentes grupos a lo largo de las calles.
Caballero destacó la singularidad y el valor intergeneracional de esta festividad, que involucra a toda la comunidad. Junto al alcalde, José Luis Cabezas, subrayó el compromiso del Gobierno regional con la preservación y promoción de tradiciones que fortalecen la identidad local y atraen a visitantes.
En un contexto más amplio, el vicepresidente celebró el crecimiento del turismo en Castilla-La Mancha, que ha registrado el segundo mejor marzo en la historia del turismo rural. A pesar de la falta de coincidencia con la Semana Santa, la región ha acogido cerca de 31.700 viajeros y más de 62.600 pernoctaciones. Ciudad Real, en particular, ha destacado por su notable aumento en la llegada de turistas, con un crecimiento del 62% en el turismo rural.
Caballero atribuyó este incremento a una estrategia enfocada en convertir la región en un destino turístico atractivo por su variedad de patrimonio histórico, natural y gastronómico. La cultura y las tradiciones populares desempeñan un papel fundamental en este impulso, permitiendo que los pueblos crezcan en torno a sus raíces.
La tradición de las Cruces y Mayos de Piedrabuena sigue viva, fomentando la participación activa de los jóvenes, quienes, armados con instrumentos, rondan en una celebración que combina lo tradicional con lo contemporáneo. Las cruces, elaboradas a menudo con meses de anticipación, son un símbolo de devoción y promesa entre amigos, vecinos y familias, manteniendo así la esencia de esta festividad.
vía: Diario de Castilla-La Mancha