Asaja Toledo ha anunciado su intención de presentar una reclamación administrativa ante la Confederación Hidrográfica del Tajo como medida previa para exigir responsabilidades por los daños ocasionados en cultivos y fincas agrícolas y ganaderas a raíz del desbordamiento del río. Este desbordamiento fue provocado por una orden de desembalse emitida por el organismo de cuenca, lo que ha generado importantes pérdidas en el sector.
La organización agraria planea solicitar la declaración de Zona Gravemente Afectada, así como ayudas al Gobierno regional para los afectados por esta situación. También demandará un plan de evacuación del Tajo que permita evaluar y establecer medidas preventivas para el futuro. Asaja Toledo ha recibido numerosas quejas de los perjudicados, quienes señalan la falta de información y aviso previo sobre el desembalse, lo que ha llevado a que no solo se vean perjudicados cultivos, sino también naves, maquinaria, motores e infraestructuras de riego.
Los agricultores y ganaderos consideran que muchos de los efectos destructivos podrían haberse evitado o al menos reducido con una mejor comunicación y avisos con suficiente antelación. Además, la falta de mantenimiento en los cauces ha incrementado el riesgo de desbordamiento al provocar la acumulación de sedimentos que generan obstrucciones.
Desde Asaja Toledo se están recopilando datos para cuantificar los daños, y ya se ha constatado que cerca de 2.000 hectáreas han sido afectadas, aunque muchos agricultores aún no han reportado sus pérdidas. La presidenta de la organización, Blanca Corroto, ha recordado que los damnificados pueden presentar reclamaciones individuales además de las colectivas que gestione Asaja.
Asimismo, la organización ha solicitado a la Consejería de Agricultura la flexibilización de los eco regímenes y la condicionalidad en las áreas inundadas, teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales que atraviesan. Corroto ha resaltado que muchos agricultores se verán obligados a cambiar de cultivo, dado que el cereal ha sufrido grandes daños.
Asaja espera que los afectados reciban las ayudas y medidas previstas tras la declaración de Zona Gravemente Afectada, que incluyen ayudas directas, líneas de crédito del ICO y diversos incentivos fiscales, como la exención del IBI para tierras y explotaciones ganaderas, así como reducciones en el Impuesto de Actividades Económicas y exoneraciones de cuotas de la seguridad social.
A pesar de que los daños en los cultivos de la provincia aún no han sido evaluados en su totalidad, se considerarán de gran magnitud. Las zonas más afectadas son Escalona y municipios ribereños de la comarca de Talavera, así como toda la ribera de La Sagra. Los cultivos más perjudicados son el cereal de invierno, la colza y la alfalfa. La organización advierte que hay escasa esperanza de salvar parte de las cosechas, dado que muchos cultivos han estado sumergidos desde marzo, lo que provoca asfixia radicular.
La situación es especialmente crítica para la alfalfa, cuya cosecha se estima prácticamente perdida. Al ser un cultivo plurianual, los daños podrían ser aún más significativos si se encuentran en sus primeros ciclos. Además, muchos agricultores tienen contratos con deshidratadoras, lo que podría conllevar la pérdida de cuotas de mercado por incumplimiento de estos acuerdos, teniendo en cuenta que la mayor parte de la alfalfa deshidratada se destina a la exportación.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
