La temporada de riesgo muy alto y extremo de incendios forestales en la provincia de Cuenca ha concluido con cifras significativamente más bajas en comparación con el año anterior. Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, se registraron 9 incendios y 30 conatos, lo que representa una disminución cercana al 53 por ciento respecto a 2022, cuando se contabilizaron 19 incendios mayores de una hectárea y 86 conatos.
A pesar de este descenso en el número de incidentes, la superficie afectada ha sido considerablemente mayor, alcanzando las 2.266 hectáreas, en comparación con las 42 hectáreas del año anterior. Este notable incremento se atribuye en gran parte a un incendio forestal ocurrido en Valverdejo en julio, que devastó 2.227 hectáreas, lo que supone el 98 por ciento del total de superficie afectada en la provincia durante toda la temporada.
En cuanto a las causas de estos incendios, se ha observado que 16 fueron provocados por negligencias humanas, 14 por rayos, 7 por causas desconocidas, 5 de manera intencionada y 3 por otras razones. Estos datos destacan la importancia de la prevención y la educación para reducir el riesgo de incendios en la región.
La delegada provincial de la Junta en Cuenca, Marian López, enfatizó la necesidad de la colaboración y el compromiso de la ciudadanía en la prevención de incendios. Según López, las labores preventivas no se limitan a la época estival, sino que deben llevarse a cabo durante todo el año. «Es importante que la gente sepa que la campaña de incendios no dura sólo el verano, ya que durante el resto del año se sigue trabajando en el monte para prevenir los incendios del próximo verano», subrayó.
Finalmente, López destacó la valía del equipo de extinción de incendios, compuesto por profesionales altamente capacitados, y reafirmó el compromiso de la Junta de seguir invirtiendo en mejorar sus condiciones de trabajo, formación y dotación para hacer frente a este desafío.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
