Un fragmento de rostro humano encontrado en la Sima del Elefante, ubicada en el renombrado yacimiento de Atapuerca, en Burgos, ha revolucionado el entendimiento sobre la llegada de los primeros homínidos a Europa. Este fósil, descubierto durante el verano de 2022, ha sido datado entre 1,1 y 1,4 millones de años, lo que lo convierte en el resto humano más antiguo jamás registrado en Europa Occidental.
El hallazgo desafía la teoría predominante que consideraba al Homo antecessor, con una antigüedad de 860,000 años, como el primer homínido europeo. La nueva evidencia apunta a que los primeros humanos arribaron al continente mucho antes de lo que se pensaba y sugiere que podrían pertenecer a una línea evolutiva diferente a la que hemos conocido hasta ahora.
Investigadores que han analizado el fósil han realizado comparaciones con los primeros Homo erectus africanos, reconocidos como antecesores directos del ser humano moderno. Los hallazgos indican que el individuo al que pertenecía el fósil se sitúa en un punto intermedio del árbol evolutivo, lo que abre la posibilidad de que no descienda directamente del Homo erectus, sino que sea una evidencia de una migración independiente y más antigua.
En vista de estas nuevas características, el equipo científico ha decidido denominar a este homínido como Homo affinis erectus. Esta nueva denominación refleja tanto las similitudes con el Homo erectus como las particularidades que podrían clasificarlo como una posible nueva especie.
Las implicaciones de este descubrimiento son monumentales. Hasta el presente, la teoría más ampliamente aceptada sostenía que Europa permaneció deshabitada hasta la llegada del Homo antecessor hace aproximadamente 860,000 años. Sin embargo, el nuevo hallazgo demuestra que existió presencia humana en el continente mucho antes de lo que se había creído previamente. Esto sugiere que estas primeras poblaciones no estaban directamente emparentadas con el Homo antecessor, sino que representaban una migración primitiva y hasta ahora desconocida.
La Sima del Elefante es parte del complejo arqueológico de Atapuerca, situándose como uno de los yacimientos más significativos en el mundo para el estudio de la evolución humana. Las excavaciones en esta zona continúan revelando descubrimientos que obligan a reescribir nuestra historia.
Este hallazgo no solo marca un punto de inflexión en la comprensión de los orígenes del ser humano en Europa, sino que también plantea que la historia de la humanidad es considerablemente más compleja y fascinante de lo que habíamos imaginado.