El inicio de año no ha sido sencillo para el Cabezuelo Socuéllamos, sumido en una compleja dinámica tras el parón festivo de las navidades. La oportunidad de mejorar su posición en la clasificación se ha esfumado, aumentando la brecha con los equipos que le persiguen en la zona baja. Después de cerrar el 2024 con una progresiva mejora en su juego, el equipo ha vuelto a caer en los problemas que les han impedido obtener buenos resultados a lo largo de la temporada.
En su último encuentro, el Cabezuelo Socuéllamos sufrió una dolorosa derrota frente al Cesur, lo que incrementó la presión para asegurar un triunfo contra el colista. Sin embargo, las esperanzas se desvanecieron una vez más, complicando aún más su situación en la Tercera FEB. El partido estuvo marcado por altibajos en el rendimiento del equipo. Durante los primeros y últimos cuartos, la falta de control permitió que el adversario crease una ventaja considerable, mientras que durante el segundo y tercer cuarto, el juego del Cabezuelo mostró momentos más equilibrados y efectivos, que, a pesar de sus esfuerzos, resultaron insuficientes para lograr la victoria.
En medio de esta difícil etapa, los jugadores Quero, Fox y Vilches se han destacado como los principales atacantes del equipo, manteniéndose como las principales opciones en el esquema táctico del Cabezuelo. Sin embargo, esta dependencia en un grupo reducido de jugadores subraya la urgencia de adoptar un enfoque más colectivo que maximice el rendimiento del equipo. Ante el desafío de asegurar su permanencia en la categoría, el Cabezuelo Socuéllamos se enfrenta a la necesidad inexorable de realizar cambios significativos y recobrar la confianza para revertir la situación que amenaza su futuro en el torneo. La lucha se presenta cada vez más ardua tras el reciente golpe a su moral.
