El pijama, esa prenda esencial que nos arropa durante las noches, no solo es sinónimo de comodidad, sino que también juega un papel crucial en nuestra salud y bienestar. A menudo, su limpieza pasa desapercibida, pero es un aspecto que merece atención. Durante el descanso, la piel transpira, se desprenden células muertas y se acumulan bacterias, lo que convierte al pijama en un posible foco de problemas cutáneos.
La dermatóloga Dra. María González advierte sobre los riesgos de mantener un pijama sucio: “El contacto prolongado con sudor, bacterias y alérgenos puede provocar irritaciones, acné e incluso infecciones, especialmente en pieles sensibles”. Por lo tanto, es fundamental establecer un régimen de limpieza.
Los expertos sugieren distintas pautas de lavado según las circunstancias individuales. Si no sudas mucho, puedes usar el pijama de dos a tres veces antes de lavarlo. Sin embargo, quienes sudan excesivamente o viven en climas cálidos deberían optar por lavarlo tras cada uso. En el caso de personas con piel sensible o propensas a alergias, es recomendable no usar el mismo pijama por más de una semana sin lavarlo.
El impacto de la limpieza del pijama va más allá de la salud de la piel; también influye en la calidad del sueño. La psicóloga del sueño, Laura Martínez, enfatiza que un pijama recién lavado puede fomentar una mayor relajación y facilitar el sueño reparador. Por el contrario, un pijama sucio puede generar incomodidad y malos olores, dificultando el descanso.
Para mantener el pijama en condiciones óptimas, se aconseja lavarlo con agua tibia y utilizar detergentes suaves que sean hipoalergénicos. Además, el secado al aire libre puede ayudar a eliminar gérmenes de forma natural, y es recomendable cambiar de pijama según la temporada para aprovechar las propiedades de diferentes tejidos.
Lavar el pijama regularmente no es solo una cuestión de higiene, sino también una inversión en nuestra salud y bienestar. Establecer esta rutina puede mejorar notablemente tanto la salud de nuestra piel como la calidad del sueño. Por lo tanto, la próxima vez que consideres atrasar el lavado de tu pijama, recuerda que un simple gesto puede significar un gran cambio para tu descanso.
