En el marco del Día Mundial contra el Desperdicio de Alimentos, celebrado el 29 de septiembre, ha cobrado relevancia la importancia de maximizar el uso de los alimentos que producimos y consumimos. En España, se calcula que cada persona desperdicia un promedio de 28 kilos de comida al año, una cantidad que se suma al preocupante dato de la FAO: un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se desperdicia.
Con la llegada del otoño, la calabaza cacahuete se recolecta en España. Esta variedad, aclamada por su sabor dulce y textura carnosa, es especialmente versátil en la cocina, posicionándose como una opción ideal para combatir el desperdicio alimentario en estas fechas.
Halloween es un periodo especialmente crítico en términos de generación de residuos, debido al uso de calabazas para decoración. En el Reino Unido, tras esta festividad, se desechan 18 millones de calabazas, las cuales podrían rendir cerca de 360 millones de raciones de tarta. Aunque España todavía no llega a esas cifras, la moda de decorar calabazas sigue en ascenso, incrementando el potencial de desperdicio.
En un esfuerzo por revertir esta situación, el proyecto Love Klabaza, liderado por productores de calabaza cacahuete, trabaja diligentemente para abordar esta problemática. Durante la temporada de Halloween, distribuyeron más de 9.000 kilos de calabazas en 60 colegios, promoviendo que más de 11.000 niños no solo las decoraran, sino que también cocinaran con ellas junto a sus familias.
Amparo Pellicer, representante de Love Klabaza, subraya la importancia de optar por productos nacionales y encontrar formas de reutilizarlos en la cocina. Esta práctica sencilla no solo ayuda a reducir el desperdicio alimentario, sino que también valora el esfuerzo de los agricultores.
La campaña de recolección de la calabaza cacahuete, coincidiendo con esta significativa fecha del calendario, ofrece una oportunidad única para resaltar esta hortaliza de temporada y fomentar un consumo mas consciente y sostenible.