La proliferación de pisos turísticos en Madrid ha generado controversias y quejas entre los vecinos, quienes ven alterada su convivencia. Ante esta situación, las autoridades han decidido establecer una nueva normativa para regular este tipo de alojamientos.
Una de las novedades más significativas es que las comunidades de vecinos podrán prohibir los pisos turísticos en sus edificios con una votación favorable de tres quintas partes de los propietarios. Sin embargo, incluir esta cláusula prohibitoria en los estatutos conllevará un coste entre 2.600 y 4.000 euros por edificio.
Para aquellos propietarios que deseen alquilar sus viviendas para uso turístico, deberán cumplir una serie de requisitos, como presentar una declaración responsable y obtener un certificado de idoneidad para vivienda de uso turístico. Además, los pisos tendrán una capacidad máxima de ocupación y deberán exponer sus precios de forma visible.
Otra de las medidas es la obligatoriedad de exhibir una placa distintiva en la puerta de cada piso turístico, identificándolo como tal. La normativa también establece un régimen sancionador para aquellos propietarios que operen sin los permisos correspondientes, con multas que pueden llegar hasta los 30.000 euros.
En resumen, la nueva regulación busca garantizar la calidad y seguridad de los alojamientos turísticos, combatir el intrusismo y la competencia desleal, y promover el respeto a la convivencia vecinal. Se espera que estas medidas contribuyan a un mercado más ordenado y transparente en Madrid.