Recientemente, Cuenca ha sido escenario de un significativo avance en la promoción de la inclusión y la accesibilidad en actividades al aire libre, gracias a la realización del curso de Silla Joelette y Barra Direccional. Esta iniciativa, financiada por el Grupo de Acción Local PRODESE a través del programa Leader de los Fondos Europeos de Desarrollo Rural, tiene como objetivo facilitar la participación de personas con movilidad reducida y deficiencia visual en entornos naturales.
Desarrollado en el Hotel Torremangana y en los atractivos alrededores de la ribera del río Júcar, el curso reunió a un grupo de 11 alumnos. Durante las sesiones, los participantes no solo recibieron formación teórica, sino que también vivieron en primera persona las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad. Esta experiencia práctica resultó fundamental para sensibilizar a aquellos que se desempeñarán como guías o facilitadores en futuras actividades inclusivas.
El programa no se limitó a la formación en el aula. También incluyó sesiones colaborativas con los bomberos del parque de Cuenca y agentes medioambientales de la Serranía de Cuenca. Esta colaboración es clave para que los participantes no solo adquieran habilidades técnicas, sino que también desarrollen un entendimiento profundo sobre la seguridad y la conservación del entorno natural.
La inauguración del curso contó con la presencia de destacadas figuras de la Federación, como Óscar Cardo Briones, vicepresidente; Adolfo Marcos Rivas, vocal del área de montaña inclusiva y adaptada; y Víctor Alcocer Navalón, gerente del Grupo de Acción Local PRODESE. Su asistencia subraya el firme compromiso institucional hacia la inclusión y la accesibilidad, elementos fundamentales para el éxito de iniciativas como esta.
Este curso no solo busca capacitar a profesionales, sino que también representa un paso decisivo hacia la creación de un futuro más accesible para todos. En él, cada persona, independientemente de sus condiciones físicas, podrá disfrutar de la belleza natural que ofrecen Cuenca y otras regiones. La inclusión, por tanto, se transforma de un ideal en una realidad tangible que se impulsa con determinación y esfuerzo.
La Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha respalda este esfuerzo, lo que refuerza la importancia de seguir trabajando por un entorno más accesible y humano.