En un emocionante enfrentamiento de la División de Honor Plata Masculina de balonmano, el HORNEO EÓN Alicante se alzó con una ajustada victoria sobre el ID ENERGY CASERÍO, con un marcador final de 30 a 29. La intensa contienda se llevó a cabo en el Pabellón Municipal Pitiu Rochel de Alicante, donde los aficionados vivieron un partido lleno de emoción y sorpresas hasta el último segundo.
Desde el inicio, el equipo visitante, Caserío, demostró gran determinación y tuvo momentos donde lideró el marcador. Sin embargo, el Alicante, con un espíritu indomable, supo contrarrestar cada intento del rival de salir victorioso en su visita. La combinación de la destreza individual y un sólido juego en equipo permitió al Alicante plantarse firme en su casa, dejándolo como uno de los favoritos para alcanzar el anhelado ascenso.
El encuentro estuvo marcado por una serie de alternancias en el marcador, en las cuales ambos equipos exhibieron destellos de brillantez ofensiva. Los jugadores del equipo alicantino, Torrico y Aaron Gutiérrez, se lucieron al romper la defensa del Caserío en momentos cruciales, manteniendo a su equipo siempre por delante en el marcador. No obstante, el conjunto visitante se mantuvo en la pelea, liderados por la determinación de Romanillos y Da Silva, que hicieron todo lo posible por equilibrar la balanza en el partido.
A medida que el derbi se acercaba a su desenlace, la tensión se palpaba en el ambiente. Cada balón disputado era tratado como si fuera el último, y el resultado podría haber cambiado en cualquier instante. El Caserío logró igualar el marcador 29-29 con un impresionante gol de Fis, que añadió más emoción al ya electrizante duelo. Sin embargo, fue Torrico quien, con una jugada magistral en los últimos veinte segundos, le dio la victoria al Alicante, sellando así un resultado que evidenció la competitividad y la pasión que caracterizan a la División de Honor Plata Masculina.
Este vibrante encuentro no solo subrayó el alto nivel del balonmano en España, sino que también reiteró que en este deporte, el juego se mantiene vivo hasta que suena el pitido final.