En una emocionante jornada de balonmano, el BM Caserío se enfrentó al Blendio Sinfín Santander en el Quijote Arena de Ciudad Real, ante la mirada expectante de cerca de 2.000 aficionados. Con la presión sobre sus hombros, los locales necesitaban no solo una victoria para asegurar la segunda posición en la liga, sino también esperar un resultado favorable en un partido paralelo.
El encuentro comenzó con una intensidad palpable. El BM Caserío, dirigido por Santi Urdiales, mostró una sólida defensa y un juego ofensivo destacado en la primera parte, cerrando el primer tiempo con un ajustado 19-17. La habilidad individual de jugadores como José Andrés Torres y Ángel Pérez fue crucial en momentos clave del partido, manteniendo a raya al equipo visitante.
En la segunda mitad, el BM Caserío logró abrir una brecha, impulsado por las intervenciones decisivas de su portero, Giovagnola. Este fortaleció la ventaja en el marcador y desalentó a un Blendio Sinfín que intentaba recortar distancias. Finalmente, el partido concluyó con un marcador de 32-27, dejando a los aficionados celebrando una importante victoria.
El ambiente se tornó aún más emotivo con la despedida de Pablo Campanario, el capitán del equipo, quien recibió un cálido homenaje al finalizar el encuentro. Esta victoria se convirtió en un símbolo no solo de un triunfo deportivo, sino de la unidad y el esfuerzo compartido de todos los involucrados en una intensa temporada. La atención ahora se centra en el desenlace de la jornada, en el que el destino del BM Caserío en la liga dependerá de otros resultados.
