En Castilla-La Mancha se destaca la gestión ejemplar del aceite industrial usado, que se recoge en cualquier lugar donde se genere para ser reutilizado como materia prima o energía. En 2023, se recuperaron 7.263 toneladas de residuo, con un sistema logístico que abarca diversas áreas de generación, incluyendo talleres de vehículos, industrias, transporte, hostelería y más.
Se encontraron zonas de especial dificultad en áreas rurales y montañosas, donde la recogida se complica por la dispersión geográfica. A pesar de esto, se logró recuperar una buena cantidad de aceite industrial usado en estas zonas, incluyendo municipios con menos de 1.000 habitantes y cercanos a espacios naturales protegidos.
El aceite usado se considera un residuo valioso con múltiples vidas, ya que puede convertirse en nuevas bases lubricantes o en un combustible similar al fuel óleo. En Castilla-La Mancha, el 83% del residuo neto gestionado se destinó a regeneración, produciendo nuevas bases lubricantes. El resto se trató para obtener fuel BIA, evitando así el uso de petróleo y reduciendo emisiones de CO2.
En conclusión, la gestión del aceite industrial usado en Castilla-La Mancha es un ejemplo de cómo un residuo peligroso puede transformarse en recursos valiosos, contribuyendo a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente en la región.