Guadalajara se ha convertido en el escenario de una significativa jornada dedicada al bienestar emocional de las personas mayores en el medio rural, una población que presenta necesidades y desafíos particulares. Organizado por la Asociación ACCEM, el evento también fue el marco para el lanzamiento de un programa impulsado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Fundación Sociosanitaria, cuya finalidad principal es la prevención de la ideación y conducta suicida entre los ancianos que residen en zonas dispersas y de baja densidad.
El consejero de Sanidad, Fernández Sanz, destacó la relevancia de esta iniciativa, que prevé beneficiar a un total de 330 personas mayores y cuenta con una inversión de 25.000 euros. Durante su intervención, Sanz subrayó que aproximadamente el 14 por ciento de los mayores de 60 años padecen trastornos mentales, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud. Este dato resalta la imperante necesidad de integrar la prevención del suicidio y la atención a la salud mental en las políticas públicas.
Desde la implementación del Plan de Salud Mental 2018-2025, se ha puesto especial énfasis en el desarrollo de diagnósticos y programas enfocados en esta franja etaria. Asimismo, se ha puesto en marcha la formación de profesionales de los servicios sociales para detectar riesgos de suicidio, lo que garantiza un enfoque integral en el cuidado de la salud mental.
El programa de ACCEM también incluye atención psicológica individualizada y telemática, dirigida especialmente a aquellos mayores en situaciones de vulnerabilidad social que presentan síntomas de malestar psicológico o soledad no deseada. Este proyecto tiene como objetivo no solo ofrecer soporte emocional, sino también fomentar redes sociales positivas que ayudan a contrarrestar la soledad.
Además, Fernández Sanz mencionó la Estrategia Regional de Soledad No Deseada, que abarca un conjunto de 58 acciones estructuradas en cuatro ejes: gestión del conocimiento, prevención y atención, coordinación en red, y sensibilización social. Esta estrategia, que se desarrollará hasta 2025, se fundamenta en la identificación y el apoyo a personas mayores que viven solas, buscando crear un entorno más inclusivo y cohesionado.
Las cifras son preocupantes: en Castilla-La Mancha hay más de 400.000 personas mayores de 65 años, de las cuales aproximadamente 100.000 viven en soledad, siendo el 70 por ciento mujeres. Además, más de 33.000 personas tienen algún tipo de discapacidad mental, de las cuales más de 11.500 superan los 65 años.
Estos datos reflejan urgentemente la necesidad de actuar con empatía y proporcionar soluciones efectivas que protejan la salud mental y mejoren el bienestar de los mayores. La jornada en Guadalajara no solo se centró en la presentación de nuevos programas, sino que también representó un claro llamado a la acción para abordar las complejas realidades que enfrentan las personas mayores en el medio rural.