Castilla-La Mancha se une a la conmemoración del Día Internacional de Concienciación sobre el Desperdicio Alimentario, que se celebra este domingo por quinta vez desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó esta resolución el 19 de diciembre de 2019. Este año, el enfoque se centra en la necesidad urgente de financiación para reducir tanto la pérdida como el desperdicio de alimentos, además de avanzar hacia los objetivos climáticos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A pesar de que el mundo produce suficientes alimentos para alimentar a toda la población, un informe de 2023 de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revela que en 2022, 783 millones de personas padecieron hambre y más de 3.100 millones no podían costear una dieta saludable en 2021. La pérdida y el desperdicio de alimentos agravan esta problemática, disminuyendo la disponibilidad de estos y aumentando la inseguridad alimentaria.
Este fenómeno no solo influye en la disponibilidad de alimentos, sino que también genera importantes pérdidas económicas tanto para productores como para consumidores. Además, la gestión inadecuada de los alimentos contribuye entre un 8 y un 10 por ciento a las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que a su vez exacerba el calentamiento global.
A nivel global, se estima que alrededor del 13 por ciento de los alimentos producidos se pierden desde la cosecha hasta la venta minorista, mientras que cerca del 19 por ciento se desperdicia en hogares, restaurantes y comercios. Esto se traduce en más de 1.000 millones de comidas en la basura diariamente, cantidad suficiente para proporcionar 1,3 comidas diarias a cada persona hambrienta del planeta.
Para reducir el despilfarro, se propone implementar estrategias que incluyan ajustes en la producción, mejoras tecnológicas en la manipulación de alimentos y la difusión de información que fomente prácticas de consumo responsable. Las inversiones en la reducción de pérdidas alimentarias son clave para mejorar la seguridad alimentaria, reducir las emisiones de gases dañinos y asegurar un futuro alimentario sostenible.
En Castilla-La Mancha, la Consejería de Sanidad trabaja en la prevención del desperdicio a través de la Estrategia ‘Sin Desperdicio 20-30’, aprobada en noviembre de 2022, que tiene como objetivo reducir a la mitad el desperdicio alimentario. Asimismo, se ha constituido un Foro Regional que reúne a representantes de distintos sectores para abordar esta problemática.
Con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre el Desperdicio Alimentario, la Consejería de Sanidad ha compartido recomendaciones para los consumidores, enfocándose en tres áreas: el hogar, las compras y la comida fuera de casa. Entre las sugerencias destacan la planificación de las comidas, la redistribución y aprovechamiento de sobras, la elaboración de listas de compras y la elección de alimentos con imperfecciones. Si se consume fuera, se aconseja pedir solo lo que se va a consumir y llevar las sobras. Estas acciones buscan cultivar un comportamiento más responsable ante el despilfarro y contribuir a la sostenibilidad alimentaria en la región.
vía: Diario de Castilla-La Mancha