En un esfuerzo por realzar el vino de calidad y fomentar el turismo rural, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha destacado la importancia del proyecto Bodega Altomira. Situada en el encantador municipio de Mazarulleque, esta bodega se ha convertido en un referente emergente en la región vinícola de Cuenca, justo en su quinto aniversario desde su inauguración, cuando comenzó su andadura en una de las históricas cuevas locales, en pleno corazón de la hermosa Alcarria conquense.
Durante su reciente visita a Bodega Vinos Artesanos de Altomira, la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, tuvo la oportunidad de observar de cerca los distintos procesos de elaboración de los siete tipos de vinos ecológicos que la bodega produce. Altomira no se limita a elaborar las tradicionales variedades de la región, sino que también investiga otros varietales con un rico legado, como la Tinta Velasco y el Torrontés, reflejando así su compromiso con la preservación y promoción de la biodiversidad vitivinícola en Castilla-La Mancha.
La consejera también exploró la cueva que dio origen a este innovador proyecto, liderado por Maribel Fernández y José Manuel Vieco. Este emprendimiento no solo revive y expande la tradición familiar de la vinificación, sino que también busca enriquecer la experiencia enogastroturística, combinando el vino con otros productos autóctonos como el queso, el aceite y los embutidos.
El objetivo de la visita de Franco no se limitó a la producción vinícola; también tuvo como meta resaltar el patrimonio natural e histórico de Mazarulleque. Entre los atractivos destacados se encuentran la Casa de la Memoria y un mirador que ofrece impresionantes vistas de la sierra que separa La Alcarria conquense de la sierra de la provincia de Guadalajara. Además, el municipio cuenta con unas veinte cuevas visitables, diseñadas para preservar y realzar el legado cultural de la zona.
A través de iniciativas como esta, Castilla-La Mancha sigue apostando por la sinergia entre el vino de calidad y el turismo rural, una combinación que no solo estimula la economía local, sino que también invita a los visitantes a disfrutar de la rica cultura y naturaleza de la región.