La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ha emitido un comunicado alertando sobre la interpretación errónea que puede surgir del reciente establecimiento del Nivel 1 en la cabecera del río Tajo. A pesar de que los embalses de Entrepeñas y Buendía se encuentran actualmente al 53% de su capacidad, la Cátedra destaca que esto no significa que la región esté disfrutando de una situación de abundancia hídrica. La organización advierte que un uso excesivo de los recursos hídricos a través de trasvases máximos podría llevar a un riesgo de sobreexplotación.
Desde la Cátedra se ha hecho hincapié en el retraso de más de un año en la modificación de las Reglas de Explotación del Trasvase, las cuales deberían fomentar una gestión más racional y sostenible de la cabecera. Para ello, consideran imprescindible ajustar la legislación del Trasvase, de modo que se priorice la salud del río Tajo, en lugar de depender de un sistema de trasvases que podría perjudicar su integridad.
El Nivel 1 se ha activado al alcanzar una cantidad de agua almacenada de 1.300 hectómetros cúbicos (hm³) o al recibir 1.400 hm³ en aportaciones en el último año. Aunque este sea el nivel máximo dentro del sistema de gestión del trasvase, su establecimiento no indica que se disponga de reservas abundantes, ya que actualmente estas apenas superan la mitad de la capacidad total de los embalses.
Un análisis de la historia reciente revela que desde 1996, en numerosas ocasiones se ha activado este Nivel 1, especialmente entre 1996 y 2004, periodo en el que se alcanzaron récords en los volúmenes de agua trasvasados. Sin embargo, estas altas cantidades de agua no se tradujeron en un incremento del volumen total a lo largo del tiempo, sino que provocaron irregularidades en la distribución de los envíos.
La Cátedra también advierte que llevar a cabo trasvases a su máxima capacidad resulta en un rápido descenso de las reservas hídricas, lo que casi siempre culmina en situaciones de escasez. Proponen que la política de trasvases se reevalúe y sugieren que el umbral para activar el máximo trasvase se eleve a 2.000 hm³, lo que permitiría mantener los embalses por encima del 75% de su capacidad.
En conclusión, la activación del Nivel 1 debería ser motivo de preocupación y un llamado a la reflexión sobre la gestión del agua en la región. La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss espera que se tomen medidas adecuadas que estabilicen los trasvases y reduzcan las situaciones extremas, con el objetivo de alcanzar una gestión más sustentable y racional del agua en la cuenca del Tajo.
vía: Diario de Castilla-La Mancha