La implementación de centros nodales destinada a la recepción, clasificación y distribución de envíos por parte de Correos, una iniciativa impulsada por el anterior presidente Juan Manuel Serrano, ha resultado ser un modelo ineficaz y repleto de problemas. A pesar de contar con el apoyo de sindicatos como el Sindicato Libre de Correos, CSIF y CIG, la propuesta fue objeto de críticas desde sus inicios, en especial por parte de CCOO. Este sindicato advirtió que estos centros no representarían un avance, sino más bien un símbolo de desconstrucción de la empresa.
A lo largo del tiempo, las preocupaciones expresadas se han vuelto una realidad palpable. Lejos de servir como una mejora en la eficiencia operativa y en las condiciones laborales, los centros nodales han conducido a un incremento en la precariedad laboral entre los trabajadores de Correos. En lugar de facilitar un crecimiento positivo en términos laborales y logísticos, este modelo ha acentuado las dificultades que enfrentan los empleados, quienes ahora lidian con las consecuencias de un sistema que no ha cumplido con los compromisos iniciales.
La situación actual evidencia las complicaciones que surgen al implementar cambios organizativos sin llevar a cabo un análisis exhaustivo de sus posibles repercusiones, además de resaltar la necesidad de escuchar las voces críticas que surgen durante el desarrollo y la implementación de estrategias de gran envergadura.
Estas inquietudes se han manifestado recientemente en la demanda de CCOO por garantizar la seguridad laboral en la reubicación de trabajadores, tras el cierre del centro nodal de Correos en Albacete. La problemática subraya un profundo descontento que, de no ser atendido, podría escalar aún más, afectando no solo a los trabajadores, sino también a la imagen y operativa de la institución.
vía: Diario de Castilla-La Mancha