Cloudflare señala a España: LaLiga aboga por cortes ‘quirúrgicos’ en la lucha contra el contenido ilegal

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¿Se puede apagar un foco de piratería sin dejar a oscuras medio barrio? Esa es la pregunta que plantea Cloudflare, uno de los principales proveedores de redes de distribución de contenidos a nivel mundial, al denunciar que España está fallando en sus intentos por lidiar con la piratería digital. La compañía ha solicitado a la oficina comercial de Estados Unidos (USTR) que considere ciertos bloqueos judiciales de direcciones IP como «barreras al comercio digital», ya que, según su perspectiva, estos afectan indiscriminadamente a sitios web y servicios legítimos.

LaLiga, encargada de implementar muchas de estas medidas contra emisores ilegales de deportes, sostiene que los bloqueos son «proporcionados» y «quirúrgicos». Sin embargo, el enfrentamiento surge ante la realidad de que, en Internet, este tipo de bloqueos no siempre son precisos.

Cuando un juez ordena el bloqueo de una dirección IP, usualmente esa IP pertenece a un servidor que aloja múltiples sitios web, desde comercios hasta blogs, y no solo aquel que infringe la ley. Al cerrar esa dirección, todas las páginas asociadas quedan fuera de acceso. Cloudflare lo describe como un «bloqueo a ciegas», comparándolo con amputar un brazo para curar un corte en un dedo, lo que ocasiona un daño colateral significativo para millones de usuarios que nada tienen que ver con la piratería.

Además, muchas de estas órdenes se emiten «ex parte», sin que se notifique a los afectados, lo que genera incertidumbre entre las empresas estadounidenses que operan en España. En este escenario, Cloudflare argumenta que la piratería no se elimina con estos bloqueos, ya que los infractores simplemente cambian de dominio o dirección IP, mientras que los servicios legítimos necesitan tiempo y esfuerzo para recuperar su funcionalidad.

Cloudflare no busca eliminar los bloqueos, sino establecer reglas claras para asegurar un «debido proceso digital». Propone que se notifique a los proveedores afectados, se les permita defenderse y se ofrezcan opciones menos drásticas, como la posibilidad de bloquear solo partes de la infraestructura.

En un contexto más amplio, Cloudflare menciona que otros países como Francia, Italia, Japón o Corea del Sur enfrentan problemas similares a los de España, aunque destaca la combinación de órdenes amplias y rápidas en el país como un ejemplo paradigmático.

Para mejorar la situación, se plantean alternativas más específicas que podrían reducir el daño colateral, como el bloqueo de DNS o el uso de órdenes de corta duración. Sin embargo, esto exigiría mucho tiempo y cooperación entre los diferentes actores involucrados, desde titulares de derechos hasta proveedores y jueces.

El movimiento de Cloudflare abre un nuevo espacio de debate en la diplomacia comercial, sugiriendo que si la USTR toma en cuenta su solicitud, la discusión podría llegar a otros organismos internacionales. La meta no es proteger a los infractores, sino modernizar los procedimientos para reducir los efectos colaterales de las medidas contra la piratería.

Finalmente, tanto LaLiga como los proveedores y jueces enfrentan el desafío de equilibrar la urgencia de la acción contra la piratería con la necesidad de garantizar un proceso justo. La conclusión es clara: es necesario perseguir la piratería, pero con un enfoque más preciso que evite que los inocentes sufran las consecuencias de un «martillo» en lugar de un «bisturí».