En la localidad de Membrilla, Ciudad Real, un grupo de entusiastas del Airsoft ha estado consolidando su pasión por este deporte durante más de diez años. José Manuel Sixto, junto a sus amigos, ha desarrollado a lo largo de la última década una comunidad activa que no solo disfruta de las simulaciones de combate militar, sino que también busca educar al público sobre las diferencias entre el Airsoft y el paintball, muchas veces confundidos.
Desde sus inicios en 2008, la trayectoria del grupo ha estado marcada por desafíos significativos. Las primeras partidas se llevaron a cabo en espacios abandonados, lo que planteaba riesgos considerables para la seguridad de los jugadores. Sin embargo, este obstáculo se transformó en una motivación para buscar un entorno más seguro y controlado. Así, surgió la asociación «Recios de la Mancha», que estableció su hogar en una finca de Membrilla, asegurando así el cumplimiento de las normativas legales pertinentes.
En la actualidad, el campo Airsoft Tijuana se erige como un proyecto robusto que requiere un compromiso continuo por parte de sus miembros. La seguridad se ha convertido en un pilar fundamental de sus actividades, implementando normativas rigurosas como la obligación de usar gafas protectoras. Esta medida ha sido crucial para que el Airsoft sea considerado tan seguro como cualquier otro deporte, permitiendo que jugadores de diversas habilidades, desde profesionales de la seguridad hasta novatos, puedan disfrutar de manera responsable.
Además de ofrecer un espacio recreativo, el campo promueve valores de diversidad y compañerismo, creando un ambiente inclusivo donde todos son bienvenidos. Con una cuota anual asequible y un enfoque en el disfrute y la mejora continua, Airsoft Tijuana se ha posicionado como un referente en la comunidad local, donde se comparten experiencias y aprendizajes que trascienden el propio juego.
