El Tribunal Supremo ha confirmado la condena impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha a un técnico de rayos de una clínica de Albacete, D.C.S.V., por la agresión sexual a una mujer octogenaria durante una prueba médica. La reciente decisión del Alto Tribunal desestima el recurso presentado por el condenado y mantiene la pena de un año y cinco meses de prisión, así como la inhabilitación para ejercer su profesión y cualquier actividad que implique contacto habitual con menores.
Los hechos se produjeron en agosto de 2021, cuando la víctima acudió a la clínica para someterse a una gammagrafía. Según recoge la sentencia, durante la primera fase del procedimiento, el técnico realizó un acto inapropiado al colocar su pene en la mano de la mujer, lo que le generó desconcierto y temor. Posteriormente, durante la segunda fase de la prueba, el acusado volvió a repetir la conducta, momento en el cual la víctima logró identificarlo al apartar la mampara de la máquina.
El impacto emocional en la mujer fue significativo, resultando en una crisis de ansiedad que requirió asistencia médica. La sentencia también menciona que la víctima sufrió efectos emocionales prolongados, incluyendo un trastorno adaptativo que necessitó tratamiento.
En su defensa, D.C.S.V. argumentó que su conducta había sido malinterpretada; según él, su intención al tomar la mano de la paciente era tranquilizarla por el estrés de la prueba. Además, cuestionó la validez del testimonio de la denunciante, alegando que no había pruebas suficientes en su contra.
Sin embargo, el tribunal desestimó estos argumentos, afirmando que la gravedad de los hechos era evidente y que la condena se sustentaba en una valoración rigurosa de las pruebas presentadas. La decisión del Tribunal Supremo resalta la importancia de proteger a los pacientes en situaciones vulnerables y la necesidad de garantizar su integridad en entornos médicos.
vía: Diario de Castilla-La Mancha