Conmoción en Pelahustán por el hallazgo del cadáver de Belén, dueña del bar La Boyería
La localidad toledana de Pelahustán está en shock tras la trágica muerte de Belén, la querida dueña del bar La Boyería y considerada como una vecina ejemplar. El pasado sábado por la noche, su cuerpo fue encontrado en un camino a la entrada del pueblo, presentando signos de violencia. Esta noticia ha dejado consternados a los aproximadamente 400 habitantes de esta pequeña comunidad.
Ante este trágico suceso, la Guardia Civil ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte de Belén. El alcalde Roberto García ha manifestado su conmoción y ha expresado su profunda tristeza por lo sucedido. Belén era una amiga y vecina muy querida en Pelahustán, además de ser dueña de un establecimiento en el pueblo.
Según el alcalde, Belén solía salir a dar paseos en bicicleta, una actividad que realizaba con frecuencia debido a su afición por el deporte. Sin embargo, al no dar señales de vida y no contestar las llamadas telefónicas, se dio aviso a la Guardia Civil, quienes encontraron su cuerpo mientras realizaban búsquedas en los caminos cercanos.
El Ayuntamiento de Pelahustán ha decidido declarar tres días de luto en honor a Belén y las banderas del pueblo ya se encuentran ondeando a media asta con un crespón negro, como muestra de respeto hacia la fallecida y en solidaridad con su familia. Este gesto refleja el profundo impacto y la gran conmoción que ha causado esta trágica pérdida en una comunidad unida como la de Pelahustán.
El equipo de Gobierno del municipio está colaborando estrechamente con la Guardia Civil y la Policía Judicial, proporcionando toda la información que les sea requerida para esclarecer los hechos. Además, el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la familia de Belén para expresar sus condolencias y ofrecer cualquier ayuda que necesiten en estos momentos tan difíciles.
La noticia del fallecimiento de Belén ha dejado a todos en el pueblo en un estado de shock. La tristeza y la pena se sienten en cada rincón, y los habitantes se unen en esta difícil situación para apoyarse mutuamente. Pelahustán, caracterizado por su tranquilidad y su espíritu comunitario, se enfrenta ahora a un golpe duro que dejará una marca imborrable en su memoria.
La comunidad espera que se esclarezcan los hechos y se haga justicia por la muerte de Belén. Mientras tanto, todos se unen en su despedida y en el recuerdo de una persona querida y admirada por su amabilidad, generosidad y espíritu deportivo. Pelahustán, un pequeño pueblo con un gran corazón, llora la pérdida de Belén y se solidariza con su familia en estos momentos de profundo dolor.
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