Con la llegada de la nueva temporada, muchos enfrentan la inevitable tarea de realizar el cambio de armario. Aunque puede resultar tediosa, esta actividad ofrece una oportunidad ideal para reorganizar el guardarropa, deshacerse de prendas no deseadas y asegurarse de que todo esté a mano para los próximos meses. A continuación, se presenta una guía paso a paso, junto con algunos trucos y productos esenciales que ayudarán a conseguir un armario ordenado.
El primer paso recomendable es vaciar completamente el armario. Este ejercicio permite comenzar desde cero y evaluar cada prenda que se tiene. Se aconseja sacar todas las prendas y accesorios, colocándolos sobre una superficie amplia como la cama o el suelo. A medida que se van retirando las cosas, es aconsejable separar aquellas prendas que ya no se utilizan o que están en malas condiciones. Este es el momento perfecto para llevar a cabo una limpieza profunda del interior del armario, utilizando productos adecuados según el material del que esté hecho.
Con el armario vacío y limpio, la siguiente fase es categorizar la ropa. Es importante separar las prendas según su tipo: camisetas, pantalones, abrigos, entre otros. Dentro de cada categoría, se puede organizar por colores o por facilidad de acceso, según la preferencia personal. Para evitar que esta tarea se vuelva abrumadora, se recomienda el uso de cajas y organizadores específicos que ayuden a clasificar los distintos tipos de prendas. Existen soluciones de almacenamiento en tiendas especializadas que permiten optimizar el espacio del armario.
Otro consejo esencial es aprender a doblar y colgar la ropa correctamente. Es recomendable utilizar perchas del mismo tipo y material para mantener una uniformidad visual, y considerar perchas antideslizantes para prendas más delicadas. Para jerséis y camisetas, seguir la técnica de “Marie Kondo” y doblarlos de forma que se pueda ver todo de un vistazo al abrir el cajón ahorra espacio y permite acceder a las prendas sin desordenar todo.
Para aprovechar al máximo el espacio, una buena opción es utilizar bolsas de vacío para guardar la ropa que no se usará durante la temporada actual. Estos productos permiten comprimir al máximo prendas voluminosas como chaquetas y mantas, liberando espacio en el armario.
No se deben olvidar los detalles más pequeños: es útil contar con organizadores para accesorios como joyas, bufandas, cinturones y zapatos. Existen productos que incluyen departamentos específicos y ganchos, que no solo ayudan en la organización, sino que también protegen los artículos. Los zapateros de varios niveles o las cajas transparentes para zapatos son alternativas que facilitan el acceso y el orden del calzado.
Finalmente, una vez que todo esté colocado en su sitio, es recomendable dedicar un tiempo semanal a mantener el orden, revisando que cada prenda esté en su lugar. Así, no solo se habrá logrado un cambio de armario eficiente, sino que se conseguirá mantener el orden durante toda la temporada.
Siguiendo estos pasos y aplicando los trucos y productos adecuados, la tarea del cambio de armario dejará de ser una carga y se convertirá en una oportunidad para renovar el vestidor y mantener un espacio organizado que facilite la rutina diaria.