Las autoridades en España han emitido una alerta sobre un resurgimiento preocupante de una estafa tradicional que ha comenzado a aparecer en los buzones de ciudadanos: el fraude del sobre naranja. Aunque la digitalización ha transformado muchas modalidades de engaño, los estafadores han encontrado la manera de combinar tácticas clásicas con nuevas tendencias de fraude.
Este tipo de estafa se inicia con la llegada de una carta que destaca por su colorido, normalmente en un sobre de tono intenso. La misiva suele simular proceder de organismos oficiales, bancos o empresas reconocidas, pero el remitente es generalmente falso o inexistente. Los mensajes dentro de estas cartas emplean frases alarmantes como "aviso urgente" o "última oportunidad" para incitar a las víctimas a reaccionar de manera precipitosa.
El contenido de las cartas presenta riesgos significativos para la seguridad de los datos personales y cuentas bancarias de los destinatarios. En ciertas versiones de este engaño, se incluyen instrucciones peligrosas que pueden llevar a las víctimas a llamar a un número de teléfono de tarificación especial o a escanear enlaces fraudulentos a través de códigos QR. Estos métodos están diseñados para ejercer presión psicológica sobre las personas, especialmente aquellas que son más vulnerables, como los adultos mayores o quienes no están tan familiarizados con estas tácticas.
Los textos en estas cartas emplean términos legales impactantes como "embargo", "multa" o "cancelación de servicio", imitando notificaciones oficiales y creando un sentido de urgencia. Sin embargo, es fundamental recordar que ninguna institución legítima solicita información confidencial por correo postal sin previo aviso.
Para protegerse contra esta estafa, las recomendaciones de las autoridades son claras y concisas:
- No seguir las instrucciones incluidas en la carta.
- No llamar a los números proporcionados.
- No escanear códigos QR sospechosos.
- Verificar la autenticidad del mensaje contactando directamente a la entidad a través de canales oficiales.
Si se descubre que se ha caído en el fraude, se aconseja destruir el documento y, si hay dudas, informar a la policía. La prevención es fundamental para combatir estos delitos que se aprovechan de la confianza inherente a la correspondencia física.
A pesar de que las estafas digitales son las que mayor cobertura reciben en los medios de comunicación, esta situación recuerda a los ciudadanos que el peligro puede llegar en un simple sobre. Estar alerta y educados sobre estos riesgos es crucial para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos.