Félix Bolaños, responsable de las relaciones del Gobierno con la Iglesia, ha expresado su profundo pesar por la muerte del pontífice, a quien ha calificado de «un hombre bueno y un gran papa». Según Bolaños, su legado humanista, solidario y reformador permanecerá en la memoria colectiva.
El ministro ha resaltado varios aspectos del pontificado, destacando su firme lucha contra la desigualdad y las injusticias, así como su compromiso con la lucha contra el cambio climático. También subrayó su preocupación constante «por todos los que están en las periferias», evidenciando así su enfoque inclusivo y solidario.
Además, Bolaños ha recordado la defensa inquebrantable de la paz del pontífice, quien siempre abogó por el diálogo como solución en cualquier tipo de conflicto. Su activismo en la defensa de los derechos humanos y su atención hacia las personas migrantes, las víctimas de trata y las personas afectadas por conflictos, tales como los de Ucrania o Palestina, fueron otras de las cualidades que el ministro destacó.
Respecto a la relación del pontífice con España, Bolaños enfatizó la cercanía, simpatía y cariño que este sentía hacia el país, relaciones que se evidenciaron durante los encuentros que ambos mantuvieron. La figura del pontífice será recordada no solo por su rol religioso, sino también por su valioso compromiso con los más desfavorecidos.