Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Guardia Civil de Segovia y la Policía Municipal de Pozuelo de Alarcón, han logrado desmantelar una red criminal dedicada al robo de vehículos y sus componentes en varias provincias de España. Esta banda criminal estaba compuesta por tres individuos que se dedicaban a robar vehículos con el fin de vender sus piezas posteriormente, causando un daño económico estimado en más de 250.000 euros.
Según información proporcionada por la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, los delincuentes estaban implicados en más de 50 robos en las provincias de Madrid, Toledo, Segovia y Ávila. Para evitar ser descubiertos, los criminales enterraban las piezas de alto valor en una finca rústica en Almorox (Toledo) o incluso incendiaban los vehículos robados para eliminar cualquier evidencia.
Las investigaciones se iniciaron a principios de este año, cuando los agentes pudieron identificar a los tres individuos responsables de los robos. Se descubrió que dos de los miembros de la banda se encargaban de llevar a cabo los robos, mientras que el tercero, padre de uno de los cómplices, se encargaba de desmantelar los vehículos robados y esconder las piezas en la finca rural mencionada anteriormente.
Tras llevar a cabo dos registros en Pozuelo de Alarcón y Almorox, los investigadores lograron recuperar numerosas piezas robadas, como tapas de motores, llantas, radiadores, entre otros. Para la localización de los objetos y vehículos enterrados, se requirió de maquinaria especializada en excavación y georradar.
Los tres hombres han sido detenidos y se les acusa de estar involucrados en más de 50 actos delictivos, siendo imputados por delitos de robo con fuerza, robos y hurtos de uso de vehículos, daños, tenencia ilícita de armas y pertenencia a grupo criminal. La investigación sigue en curso, con el objetivo de esclarecer completamente los hechos y no se descarta que surjan más víctimas y delitos relacionados a medida que avance la investigación.
Esta intervención ha sido un duro golpe para esta red delictiva que operaba en varias provincias de España, y demuestra el trabajo coordinado y eficaz de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el crimen organizado. La colaboración entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Municipal ha sido fundamental para desarticular esta banda criminal y llevar a sus integrantes ante la justicia.
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