El yacimiento paleolítico de Tamajón, situado en Guadalajara, está siendo foco de atención internacional debido a sus recientes descubrimientos arqueológicos que brindan un profundo entendimiento sobre los primeros habitantes de la Península Ibérica. Durante la octava campaña de excavaciones, realizada entre agosto y septiembre de 2025, investigadores han logrado extraer ADN de restos de caballos, identificándolos como los más antiguos del linaje ibérico. Estos caballos salvajes guardan similitudes con aquellos representados en el arte rupestre del Paleolítico superior, estableciendo un vínculo directo con las manifestaciones culturales de la antigüedad.
Liderando esta investigación se encuentran Adrián Pablos de la Universidad Complutense de Madrid y Nohemi Sala del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). Este equipo multidisciplinar ha posicionado al Abrigo de La Malia como un referente internacional para el estudio de los cazadores-recolectores que habitaron el área entre 36.000 y 25.000 años atrás. Desde 2018, han documentado herramientas líticas y óseas, además de restos de fauna procesados por humanos, sugiriendo el uso de este refugio como un punto estratégico para la obtención y procesamiento de recursos animales.
Pablos explica que las actuales exploraciones se centran en los niveles auriñacienses del abrigo, donde han encontrado evidencias de los primeros Homo sapiens en la meseta. Con el avance de las excavaciones, el equipo busca profundizar en la cavidad para descubrir más detalles sobre la evolución del sitio. Los hallazgos incluyen pequeños hogares y utensilios que reflejan las prácticas diarias de sus habitantes, como caza y preparación de alimentos.
Asimismo, un estudio de tafonomía dirigido por Edgar Téllez ha estudiado los procesos que llevaron los restos animales hasta el yacimiento. Los resultados sugieren que los humanos procesaron y consumieron una diversidad de especies como bisontes, caballos, ciervos y rebecos, indicando que el abrigo fue un punto de paso utilizado por grupos de cazadores para el tratamiento de sus presas.
El proyecto cuenta con el respaldo de diversas instituciones académicas y científicas, reflejando el compromiso comunitario con la investigación y desarrollo local. Este año, el equipo ha organizado conferencias y jornadas de puertas abiertas en Tamajón para informar a la población sobre la relevancia de los hallazgos, destacando que la inversión pública debe beneficiar a la comunidad.
Eugenio Esteban, Alcalde de Tamajón, ha enfatizado la importancia del apoyo municipal al proyecto, proveyendo recursos para la interpretación adecuada de los hallazgos a través del nuevo Centro de Interpretación Arqueológica y Paleontológica (CIPAT). La Malia se presenta como un ejemplo de cómo la ciencia puede impulsar el desarrollo rural, generando interés y oportunidades mediante la valorización del patrimonio cultural.
Aunque los logros hasta ahora han sido notables, los investigadores consideran que el potencial de La Malia está lejos de agotarse. Se están comenzando a identificar nuevos abrigos en la zona que podrían ser objeto de futuras excavaciones, augurando un porvenir prometedor para la investigación arqueológica en esta región.

