Efectivos del Equipo de Investigación de la Guardia Civil de Tobarra han desarticulado una organización criminal dedicada a realizar múltiples estafas, en una operación denominada ‘STONE1’. Esta acción ha resultado en la detención de cuatro individuos e investiga a otros tres presuntos implicados en una serie de delitos que incluyen dieciséis estafas, un delito de fabricación, introducción, posesión o facilitación de programas de ordenador para cometer estafas, un caso de blanqueo de capitales y un delito de pertenencia a una organización criminal.
Las pesquisas comenzaron en octubre de 2024, cuando se detectó una estafa en la que una persona suplantó a un empleado de una entidad bancaria utilizando el método conocido como ‘smishing’. Esta maniobra logró defraudar a una víctima, ocasionándole una pérdida de 2.990 euros.
Durante las primeras fases de la investigación, los agentes rastrearon el paradero del dinero estafado, identificando a las personas que lo recibieron. A medida que la investigación avanzaba, se descubrió que el dinero había sido transferido a otras personas y a cuentas de criptomonedas.
La organización criminal, que se dividía en dos grupos, estaba compuesta por cinco individuos que recibían el dinero proveniente de las estafas y lo transferían a cuentas bancarias de otros miembros del segundo grupo. Estos últimos tenían la tarea de extraer parte del dinero en cajeros automáticos y enviar el resto a cuentas de criptomonedas. Hasta el momento, se ha confirmado que estas siete personas fueron responsables de un total de dieciséis estafas denunciadas en varias provincias de España, con un beneficio económico superior a los 66.700 euros.
Los métodos de estafa utilizados por la organización incluían la suplantación de una entidad bancaria a través de mensajes de texto para engañar a las víctimas a realizar transferencias debido a supuestos problemas de seguridad. También contactaron a las víctimas mediante aplicaciones de mensajería, haciéndose pasar por sus hijos que alegaban haber perdido su teléfono y necesitaban ayuda urgentemente. Además, ofrecían productos en plataformas de compra y venta en línea, aparentando ser empresas legítimas, logrando que las víctimas enviaran dinero sin recibir nunca los productos prometidos.
Las diligencias policiales han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Hellín, que está actuando como autoridad judicial en este caso.
vía: Diario de Castilla-La Mancha