En un destacado operativo conjunto llevado a cabo por la Guardia Civil, en colaboración con Interpol y la Policía Nacional de Colombia, se ha desarticulado una red criminal internacional responsable de estafar más de 150.000 euros a aproximadamente 250 víctimas en toda España, incluyendo la región de Cantabria. Esta organización delictiva se dedicaba a engañar a personas a través de falsas ventas de animales de compañía, especialmente perros, promovidos en distintos portales de compraventa.
El operativo resultó en la detención de 28 individuos y la investigación de otros 30, con un total de 681 delitos atribuidos hasta el momento. Sin embargo, las autoridades advierten que las cifras podrían aumentar y superar el millar de casos. Entre los delitos esclarecidos se encuentran 335 estafas, 158 usurpaciones de estado civil, 95 falsificaciones de documentos, así como otros delitos relacionados, como amenazas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
La investigación, conocida como ‘Canmoney’, inició cuando una víctima presentó una denuncia tras haber realizado el pago por una mascota que nunca recibió. Los estafadores ofrecían perros a un precio cercano a 500 euros y utilizaban documentos de identidad usurpados para generar confianza con los compradores. Una vez que se realizaba el primer pago, exigían un segundo, amenazando a las víctimas a través de mensajes y llamadas, que incluían imágenes de armas como método de coerción.
Desde el comienzo de la investigación, se llevaron a cabo detenciones clave, destacando la captura de un implicado en la provincia de Valencia, lo cual propició una amplia investigación que reveló el uso de criptomonedas para esconder el origen y destino del dinero obtenido de las estafas. La organización logró realizar transacciones que superan los 35 millones de euros, además de haber ingresado más de tres millones de euros en efectivo en territorio español.
La red operaba de manera jerárquica, donde varios miembros se encargaban de abrir cuentas bancarias y recibir el dinero, que luego era convertido en criptomonedas y transferido a cuentas descentralizadas, lo que complicaba su rastreo. En este contexto, un locutorio y su propietario se convirtieron en un eslabón clave para la ocultación de fondos obtenidos de manera ilícita.
Durante los doce registros realizados por las autoridades, se confiscaron numerosos objetos y documentos, incluyendo teléfonos móviles usados para perpetrar las estafas, vehículos, dinero en efectivo y armas de fuego ilegales. Este operativo evidencia la importancia de la cooperación internacional y el esfuerzo conjunto de diversas Fuerzas de Seguridad en la lucha contra el crimen organizado, habiéndose identificado víctimas en 43 provincias de España.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
