En un emocionante desenlace para la temporada, el equipo de balonmano Caserío Ciudad Real selló una victoria histórica frente al Granollers, uno de los clubes más fuertes de la Liga Asobal. La final, conocida como la “fiesta amarilla”, se llevó a cabo ante un público entusiasta que no dejó de alentar a su equipo durante los 60 minutos del encuentro.
El jugador que se robó el protagonismo fue Javier Domingo, quien se convirtió en el héroe de la jornada al anotar el gol decisivo en el último minuto de juego. Su tanto desató la euforia en el pabellón, donde los aficionados vibraron con cada jugada, apoyando a su equipo con un fervor inigualable. La conexión entre los jugadores y su afición fue palpable, y el Caserío respondió a esa energía con un juego excepcional, demostrando su valentía y determinación.
Esta victoria no solo simboliza un triunfo en el campo, sino que también marca un hito en la historia del Caserío Ciudad Real, subrayando su capacidad de competir en el más alto nivel del balonmano español. El equipo despide así el año con una sensación de logro y satisfacción, habiendo dejado una huella imborrable en sus seguidores y en el ámbito del deporte nacional.
Con el reconocimiento de su afición y una temporada repleta de emociones, el Caserío Ciudad Real mira hacia el futuro con optimismo, dispuesto a seguir demostrando su valía en el próximo año y a consolidarse como un contendiente formidable en el balonmano español.

