Ecologistas en Acción Albacete ha manifestado su descontento ante la creciente masificación turística en la Feria de la ciudad, señalando que este fenómeno afecta negativamente a la calidad de vida de los residentes, quienes se sienten «irremediablemente desplazados». A través de una nota de prensa, la organización expresó su sorpresa ante los artículos que celebraron un récord de asistencia en la Feria de Albacete 2024, argumentando que este aumento se traduce en un incremento notable de residuos.
El grupo ecologista subraya que la gestión de 2 millones de kilos de basura —predominantemente sin segregar— y el elevado consumo de agua y energía por parte de las 3 millones de personas que visitaron la feria, en contraste con una población local de apenas 180,000, introduce una carga ambiental inaceptable. Por ello, abogan por la implementación de límites al crecimiento de este evento, con el objetivo de proteger tanto el entorno natural como el bienestar de los ciudadanos.
Uno de los temas más críticos abordados es el aforo del Recinto Ferial, donde la masificación ha generado la necesidad de controles de acceso durante los fines de semana. La situación se volvió evidente el año pasado, cuando circularon vídeos mostrando a grandes multitudes atrapadas en diversas áreas del recinto.
Además, Ecologistas en Acción cuestiona las afirmaciones sobre la limpieza de la Feria, señalando que, en las primeras horas del día, las calles se encuentran repletas de residuos. A pesar de contar con un equipo de limpieza operativo las 24 horas, la organización sostiene que esta solución resulta insostenible debido al potencial contaminante de los excesos de desechos.
El colectivo también critica la tendencia hacia el consumo desmedido de alcohol y la preferencia por carpas de discotecas, lo que favorece a unos pocos a expensas de los productores locales que ofrecen productos artesanales. Insisten en la necesidad de revisar los aspectos económicos y sociales del evento, proponiendo indicadores que trasciendan simplemente el número de visitantes o la cantidad de basura generada.
La presión turística ha incrementado los precios de alquiler, limitado el espacio público y deteriorado los servicios ecosistémicos, afectando así las condiciones laborales en la región. Ante esta situación, Ecologistas en Acción llama a la ciudadanía a abrir un debate sobre cómo transformar la Feria en un espacio de encuentro y disfrute colectivo que no comprometa el medio ambiente ni la calidad de vida de la población.
No obstante, han valorado positivamente la creación de un espacio de hidratación que ofrece agua potable, al que califican como «un oasis público de tranquilidad», sugiriendo la implementación de un refugio contra el calor durante todo el año.
La organización concluye que la Feria no debería necesitar más promoción, dado que su esencia va más allá del consumo y el turismo masivo; debe ser un lugar de alegría, cultura y reencuentros que no perjudique su prestigio ni su reconocimiento.
vía: Diario de Castilla-La Mancha

