Aumento de la Violencia de Género en Castilla-La Mancha: Un Llamado a la Acción Urgente
Recientemente, Emilio Manuel Fernández, el fiscal superior de Castilla-La Mancha, presentó la memoria de su departamento, revelando una situación alarmante en la región: el aumento constante de casos de violencia de género. Este fenómeno se produce a pesar de la notable disminución del número de órdenes de protección, lo que genera una profunda preocupación entre las autoridades y la sociedad en general.
El informe indica que el año 2023 cerró con un desgarrador saldo de dos mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, una en Ciudad Real y otra en Toledo. Tristemente, esta cifra ya se ha contabilizado en el inicio de 2024, lo que llevó a Fernández a calificarla como «pequeña pero incesante», subrayando la apremiante necesidad de continuar con la lucha contra esta problemática. En su discurso, enfatizó que «toda actuación pública es poca», un llamado incontestable a redoblar esfuerzos en la protección de las víctimas.
Además de este preocupante aumento, Fernández destacó el auge de la violencia de género digital, manifestada a través del acoso, amenazas e insultos en plataformas de mensajería instantánea. Este tipo de violencia, que ha tomado protagonismo en la era digital, requiere una atención especial por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y bienestar de las víctimas.
El fiscal también expresó su preocupación por los efectos de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, especialmente en relación al artículo 416, que permite a las mujeres no declarar contra sus agresores. Si bien esta medida busca proteger a las víctimas, Fernández argumenta que no está dando los resultados esperados. Según sus observaciones, la falta de declaración de la víctima en el juicio provoca que sus afirmaciones se vuelvan «vagas e imprecisas», lo cual puede conducir a sentencias absolutorias con el tiempo.
Una de las inquietudes más graves que planteó Fernández fue el efecto dilatador de los procesos judiciales, que a menudo lleva a las mujeres a buscar el perdón o intentar olvidar lo sucedido. Este ciclo puede influir negativamente en los resultados judiciales, lo que enfatiza la urgencia de una mayor especialización en los juzgados que tratan casos de violencia machista. Actualmente, en Castilla-La Mancha, solo existen dos juzgados específicos en Albacete y Toledo, lo que limita la capacidad de respuesta ante esta grave problemática.
Asimismo, Fernández subrayó que, a pesar de la necesidad imperiosa de condenar los actos de violencia, las cifras de condenas son «muy pocas». También refutó la noción de que las denuncias falsas sean un problema significativo, indicando que su incidencia es «muy despreciable». Este argumento refuerza la demanda por una respuesta judicial más efectiva y especializada para enfrentar esta crisis social.
En conclusión, el informe del fiscal superior es un claro llamado a la acción para todos los sectores de la sociedad. La violencia de género en Castilla-La Mancha exige una respuesta coordinada y urgente, no solo para proteger a las víctimas, sino también para prevenir futuros actos de violencia. La situación actual debe movilizar a autoridades y ciudadanía a trabajar en conjunto, reconociendo que cada esfuerzo cuenta en la lucha por erradicar esta problemática tan arraigada en nuestro tejido social.
Para más información sobre este tema, se puede consultar la publicación El 2023 Cierra En C-LM Con Más Casos De Violencia Machista Y Menos Órdenes De Protección Según La Fiscalía en el Diario de Castilla-la Mancha.
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