La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho pública este martes un informe que pone de relieve la preocupante situación económica de Castilla-La Mancha, la cual se encuentra entre las comunidades autónomas con los peores índices de solvencia familiar en España. Según el Estudio de Solvencia Familiar, un alarmante 51% de los hogares en la región se enfrenta a serias dificultades para cubrir los gastos de vivienda, mientras que un 54% reporta problemas significativos para afrontar los costos de alimentación, con un enfoque particular en la carne y el pescado.
La investigación ha sido realizada sobre una muestra representativa de 2.620 personas de entre 25 y 79 años, y su propósito es evaluar la capacidad de las familias para gestionar 37 partidas básicas de gasto doméstico. Los resultados revelan que el Índice de Solvencia Familiar en Castilla-La Mancha ha sufrido un ligero descenso, reduciéndose de 45,0 puntos en 2023 a 44,6 en 2024. Este descenso sitúa a la comunidad en una de las posiciones más desfavorables del ranking nacional en términos de solvencia.
El informe también pone de manifiesto un creciente desequilibrio entre los hogares. Aunque el porcentaje de familias que disfruta de un alto nivel de confort financiero ha aumentado al 34%, también se ha incrementado el número de familias que se encuentran en una situación de bajo confort, alcanzando el 20%. Este fenómeno indica un estrechamiento de la clase media, que actualmente representa solo el 46% de los hogares en la región.
La capacidad de ahorro entre los castellanomanchegos es alarmante, ya que un 70% de los hogares indica que les resulta difícil o muy difícil ahorrar dinero en 2024. Solo un 7% afirma haber podido ahorrar sin dificultades en el año anterior. Las dificultades financieras impactan diversas áreas de gasto, siendo los costos de vivienda y alimentación los más desafiantes. Además, otros gastos relevantes incluyen aquellos relacionados con automóviles, dentistas, servicios públicos como gas y electricidad, así como los gastos de salud mental, donde el 39% de los hogares considera que los costos son elevados o incluso inasumibles.
En el ámbito de la alimentación, el 54% de las familias en Castilla-La Mancha reconoce mucha dificultad para realizar la compra, especialmente en lo que respecta a frutas, verduras, carne y pescado. Ante esta crítica situación económica, la OCU ha instado al Gobierno a reducir el IVA de los alimentos básicos del 4% al 0%, con la finalidad de aliviar la carga económica que soportan los hogares. Asimismo, ha enfatizado la necesidad de establecer acuerdos con entidades bancarias para facilitar que las familias que atraviesan dificultades económicas puedan acceder a moratorias o extender los plazos de sus hipotecas.
vía: Diario de Castilla-La Mancha