La conferencia “El ajo morado, ese arquitecto de nuestro plato saludable”, impartida por la nutricionista Judith Jareño y la dietista Beatriz Alarcos, cautivó a los asistentes con su enfoque claro y profesional sobre el valor nutricional de este alimento esencial en la cocina mediterránea. En el contexto de la Feria Internacional del Ajo de Las Pedroñeras, las expertas establecieron una curiosa analogía entre el ajo morado y la construcción de un edificio, destacando que cada nutriente actúa como un material indispensable para la salud.
Durante la charla, Alarcos enfatizó que el ajo morado, a pesar de ser un alimento humilde, tiene un gran impacto tanto en el sabor de los platos como en la salud del organismo. «Hay alimentos que deben ocupar un lugar especial en nuestra rutina diaria y ahí se encuentra nuestro ajo morado de Las Pedroñeras», señaló. Su comparativa de los nutrientes con materiales de construcción resaltó la importancia de cada componente del ajo en la edificación del bienestar.
Las dietistas se refirieron al ajo morado como un profesional destacado en el campo de la salud. Se le atribuyeron cualidades excepcionales, como tener un máster en resistencia y ser un “experto en magia” por sus dos capas y colores, lo que lo convierte en un alimento más versátil. Alarcos también destacó su capacidad antiinflamatoria y antibiótica natural, gracias a la alicina, un componente bioactivo que se activa al manipular el ajo.
Jareño explicó que para aprovechar todos los beneficios del ajo morado es fundamental manipularlo adecuadamente, ya sea cortándolo, picándolo, machacándolo o masticándolo. Este proceso rompe las membranas celulares que permiten la mezcla de la aliína y la enzima alinasa, lo que resulta en la producción de alicina. “Es esencial llevar a cabo estos pasos para obtener tantos beneficios”, remarcó. La ciencia ha respaldado desde hace tiempo los usos tradicionales del ajo como remedio curativo, con propiedades que incluyen efectos antibióticos, antiinflamatorios y cardioprotectores, así como su capacidad para regular la tensión arterial y los niveles de colesterol LDL.
El ajo morado debe consumirse en crudo para maximizar los beneficios de la alicina, ya que este compuesto es sumamente volátil y se pierde al cocinarlo. Esta charla no solo elevó la percepción del ajo morado como un ingrediente en la mesa, sino que también lo posicionó como un pilar en la promoción de un estilo de vida saludable.
vía: Diario de Castilla-La Mancha
