Toledo ha dado un paso significativo en su camino hacia la sostenibilidad al clausurar la fosa séptica de La Peraleda, en un esfuerzo por mejorar el manejo de residuos y proteger el medio ambiente. Esta acción forma parte del ambicioso Plan de Vertidos Cero, que ha logrado cerrar hasta el momento diez puntos contaminantes en la ciudad, reduciendo así el impacto ambiental y elevando el bienestar de los ciudadanos.
La fosa séptica, ubicada en la explanada de los conciertos de La Peraleda, se encargaba de recoger las aguas residuales generadas durante los eventos que allí se celebran. Sin embargo, su estado de conservación era deficiente y su capacidad limitada, lo que generaba la necesidad de realizar vaciados periódicos. La situación se complicaba con el riesgo de desbordamientos durante algunos eventos, lo que suponía una amenaza para el entorno cercano, especialmente por su proximidad al río Tajo, con el peligro de vertidos de aguas fecales que podrían tener un gran impacto ambiental.
Loreto Molina, concejal de Obras y Servicios, Parques y Jardines, destacó que el Ayuntamiento había optado por la instalación de baños químicos como una solución temporal el año pasado, a la espera de un análisis más profundo de la situación. «Buscábamos evitar vertidos durante los eventos, y los baños químicos eran una solución provisional», explicó Molina.
Con el objetivo de resolver este problema de manera definitiva, el Ayuntamiento ha decidido realizar las obras necesarias para conectar la explanada de La Peraleda a la red general de saneamiento. Esta conexión no solo garantizará una gestión adecuada de los residuos, eliminando así el riesgo de vertidos al río, sino que también está alineada con las metas establecidas en el Plan de Vertidos Cero.
Gracias al compromiso del Ayuntamiento y la colaboración con la Cátedra del Tajo, se ha logrado la clausura de diez focos contaminantes en Toledo. Además, se han retirado 150 metros cúbicos de residuos de las riberas del Tajo en el área del Polígono Industrial desde diciembre pasado, contribuyendo de esta manera a la mitigación de riesgos medioambientales.
El cierre de la fosa en La Peraleda es un paso más dentro de un esfuerzo más amplio por mejorar el saneamiento en la ciudad. Uno de los próximos objetivos, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), será clausurar el vertido de aguas residuales del Campus de la Fábrica de Armas, continuando así con el firme compromiso de Toledo hacia la sostenibilidad ambiental.
A través de estas acciones, Toledo se posiciona como un referente en la gestión ecológica urbana, priorizando siempre la protección del medio ambiente y la calidad de vida de sus habitantes.
vía: Diario de Castilla-La Mancha