El encuentro entre el Calvo Sotelo Puertollano y el Illescas sorprendió a todos desde su inicio. En el minuto 17, el Illescas se quedó con diez jugadores tras la expulsión de uno de sus futbolistas. Sin embargo, lejos de desmoronarse, el equipo demostró una notable organización defensiva que logró contener los constantes embates del Calvo Sotelo.
Durante la primera mitad, el Calvo Sotelo generó numerosas oportunidades de gol, pero la puntería decepcionó y el portero del Illescas se alzó como figura clave al evitar que el balón traspasara la línea de meta. A pesar de dominar la posesión y ser más activos en el ataque, el equipo local no logró capitalizar su superioridad numérica en el campo. Esta frustración se palpó entre los jugadores y los aficionados, que esperaban un triunfo contundente en casa.
Al final, el partido concluyó sin goles, dejando al Calvo Sotelo Puertollano insatisfecho con el resultado. Las preguntas sobre la efectividad del equipo crecen, así como la reflexión sobre su capacidad para aprovechar situaciones favorables en futuros encuentros. A pesar de la adversidad, el Illescas demostró que con disciplina y un buen planteamiento defensivo, incluso un equipo reducido puede conseguir un buen resultado ante un rival favorito.