El pasado cumpleaños del cardenal Angelo Acerbi, el miembro más longevo de la Iglesia Católica, fue un evento significativo en el Vaticano, donde reside en Santa Marta. Con 100 años, este venerado purpurado italiano se ha convertido en un símbolo de longevidad y sabiduría, al ser el cuarto cardenal en alcanzar un siglo de vida y haber mantenido cercanía con cuatro papas a lo largo de su carrera.
En una jornada de celebración, el cardenal recibió la visita del doctor Manuel de la Peña, especialista en longevidad desde España, quien le obsequió un regalo simbólico: la «Guía para vivir sanos 120 años». Este bestseller ofrece consejos y testimonios sobre cómo mantener la salud y la vitalidad. Durante su encuentro, el doctor De la Peña, destacado por su enfoque humanista, compartió estadísticas sobre centenarios en el mundo, resaltando la importancia de una vida positiva y de calidad en la vejez.
De la Peña elogió la salud del cardenal Acerbi, que cuenta con una frecuencia cardíaca estable, camina a diario por los jardines del Vaticano y mantiene una memoria aguda, todo lo cual demuestra que la longevidad no depende solo de la genética, sino también de un estilo de vida equilibrado y una actitud optimista.
La conversación abarcó récords mundiales de longevidad, como el de Jeanne Calment, quien vivió hasta los 122 años, y Sor Rosario Soto, la monja más longeva con 111 años. También se mencionó la reciente visita del rey Carlos III a Ethel Caterham, una mujer de 116 años que es otra de las personas más longevas del planeta.
A lo largo de su trayectoria, el Cardenal Acerbi ha sido un hombre de confianza para papas como Pablo VI, San Juan Pablo II, Francisco y León XIV. Desde su nombramiento como nuncio apostólico en 1974, su labor diplomática ha sido notable, enfrentando desafíos y contribuyendo al renacer de la Iglesia en Hungría tras la caída del comunismo.
En un gesto de gratitud hacia su visitante, el Cardenal Acerbi le extendió una bendición apostólica a De la Peña, enviando buenos deseos a su familia, lo que refleja su cercanía y espíritu humanitario.
Este encuentro entre el venerado cardenal y el experto en longevidad simboliza un momento de reconocimiento y una inspiración para vivir con propósito, recordándonos que la verdadera longevidad se encuentra en la sabiduría y la serenidad del alma. La historia del Cardenal Angelo Acerbi continúa inspirando a las generaciones, subrayando el valor de una vida plena y significativa.