Alrededor de un centenar de alumnos del colegio Cervantes, junto a sus familias, participaron recientemente en una significativa actividad en la que plasmaron sus sueños y deseos para el futuro del centro educativo. En un ambiente de camaradería y comunidad, los participantes escribieron sus anhelos en nubes imaginarias, visibilizando así sus esperanzas para los próximos cuatro años.
La directora del colegio, Diana Jareño, destacó lo importante de este evento, señalando que los alumnos se sintieron escuchados y parte de una comunidad activa. “Ellos saben que lo que proponen lo tenemos en cuenta y que intentamos cubrir los sueños que tienen”, comentó Jareño, resaltando la evolución en las demandas de los escolares. Si en los primeros años las solicitudes se centraban en aspectos materiales, ahora las peticiones han madurado hacia requerimientos más específicos, como mejoras en las instalaciones, mobiliario y la inclusión de más talleres y actividades extraescolares.
El alcalde, Miguel Ángel Ruiz, y la concejal de comercio, Inmaculada Amaro, también se sumaron a la iniciativa, escribiendo sus propios sueños para el colegio y su entorno. Durante el evento, que coincidió con la celebración del día de ciudades educativas, el alcalde enfatizó la importancia de escuchar a los jóvenes. “Nosotros tenemos que aprender a escuchar a todos los niños y jóvenes. Entre todos tenemos que construir esta sociedad mucho mejor”, afirmó Ruiz, subrayando el compromiso del ayuntamiento para trabajar en pro de las ilusiones de la comunidad.
Desde este evento, el colegio Cervantes ha establecido un plan de acción para transformar en realidad los sueños recopilados de toda la Comunidad Educativa, que incluye alumnos, profesores, voluntarios y familias. Cada deseo, escrito y depositado en una urna, se convierte en un compromiso para mejorar tanto el centro como su entorno.
Algunos de los sueños han resultado más realizables que otros; sin embargo, ya se han implementado iniciativas, como el impulso de actividades extraescolares y representaciones teatrales, así como mejoras en las infraestructuras del colegio, lo que ha facilitado una experiencia más llevadera para la comunidad educativa, según apuntó la profesora Elena Alonso.
La jornada de convivencia concluyó con un desayuno de churros y chocolate, preparado por la asociación de amas de casa de Brazatortas, generando así un espacio de encuentro y celebración que fortalece el tejido comunitario del colegio Cervantes.
vía: Diario de Castilla-La Mancha

