Valencia, una de las ciudades más atractivas del sur de Europa, se encuentra en medio de un importante boom turístico e inmobiliario. Sin embargo, esta expansión está ejerciendo una presión considerable sobre la infraestructura hotelera de la ciudad. Según un estudio realizado por K&N ELITE, Valencia enfrenta un déficit de más de 10,000 plazas hoteleras, lo que resalta la urgente necesidad de ampliar la capacidad de alojamiento para dar respuesta al creciente número de visitantes.
La falta de terrenos disponibles en el centro histórico de Valencia ha limitado las posibilidades de construir nuevos hoteles en la zona. Romik Asatryan, director de K&N Elite Valencia, ha destacado que la escasez de espacio y las restricciones impuestas a los edificios históricos dificultan su conversión en establecimientos turísticos. Además, la reciente normativa municipal restringe la obtención de nuevas licencias hoteleras en áreas donde ya existe una alta concentración de alojamientos turísticos, afectando a zonas emblemáticas de la ciudad como El Carmen y Ruzafa.
Ante esta situación, el sector inmobiliario está centrando su atención en áreas emergentes como Turianova y La Malvarrosa, donde aún hay espacio disponible para desarrollo y la normativa es más flexible, lo que facilita nuevas inversiones. Asatryan menciona que los inversores están empezando a ver estas zonas como alternativas sólidas para la construcción de alojamientos turísticos, ya que el centro de la ciudad se encuentra prácticamente saturado.
El interés por invertir en el sector hotelero no se limita a grandes establecimientos, también se ha incrementado el número de operaciones destinadas a hoteles boutique, colivings y apartamentos turísticos. Estos modelos ofrecen una mayor flexibilidad para atraer a diferentes tipos de visitantes, incluyendo nómadas digitales y turistas interesados en la cultura.
K&N Elite ha observado un aumento en la demanda de propiedades que puedan ser reconvertidas para uso turístico, tanto por parte de inversores locales como internacionales. Asatryan señala que la clave para aprovechar esta nueva tendencia radica en anticiparse al futuro mapa turístico de Valencia, una ciudad que ya es reconocida por su alta calidad de vida y donde la escasez de alojamiento turístico lo convierte en un recurso extremadamente valioso.
Sin embargo, para garantizar un crecimiento sostenible que no comprometa la calidad de vida en los barrios, los expertos enfatizan la importancia de una planificación urbana coordinada. Esto incluye mejorar el transporte público y asegurar que las nuevas zonas hoteleras estén conectadas con los principales puntos de interés de la ciudad.
Valencia se encuentra ante un desafío importante: crecer sin saturar, atraer inversiones de calidad y mantener un equilibrio en sus barrios, al mismo tiempo que asegura que el turismo siga siendo un motor de desarrollo económico sostenible. La capital del Turia se ha consolidado como un destino urbano premium, pero su futuro dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas demandas del mercado y de los turistas.